ISLAS IMAGINADAS
El último programa de Buscando leones en las nubes por esta temporada cierra también la serie de cuatro emisiones que durante el mes de julio os hemos venido ofreciendo con las islas como núcleo central monográfico abordado desde nuestra doble vertiente habitual, la literaria y la musical.
Y así será también en este caso, con una decena de canciones -en esta ocasión más festivas y alegres que de costumbre, para celebrar la despedida del curso- de temática insular y otros tantos breves relatos extraídos, como los de hace siete días, de Atlas de islas remotas, el deslumbrante libro de la alemana Judith Schalansky que presentaron el año pasado las editoriales Nørdica y Capitán Swing en una edición conjunta, y del cual os dejé una larga reseña en mi otro espacio en Radio Universidad en cuyo blog podréis leerla si queréis completar la información: todosloslibrosunlibro.blogspot.com. En cada uno de los fragmentos escogidos se presenta una isla seleccionada de entre las cincuenta que recoge el libro, participando casi siempre cada una de ellas, como señala la propia autora, de una doble naturaleza: deseadas, utópicas, idílicas, soñadas, pero a la vez inhóspitas y hostiles, desoladas e inhumanas.
Estoy seguro de que las magnéticas y encantadoras historias isleñas de Judith Schalansky junto a las optimistas canciones que suenan en el programa (interpretadas por Chris De Burgh, Madonna, Elton John, Dolly Parton con Kenny Rogers, Ringo Starr, Rosemary Clooney, Simon & Garfunkel, Blondie, Zac Brown Band y Pablo Milanés) van a entusiasmaros.
Con su mención me despido por este curso. Espero que la inspiración que da forma a los programas, las ideas de las que nacen, las piezas musicales y los textos literarios que los han constituido a lo largo de esta temporada os hayan proporcionado muchos momentos de disfrute y emoción, de placer y reflexión. Confío también en que dentro de un mes, el próximo septiembre, estéis aquí con nosotros en una nueva temporada, la decimosexta ya, de Buscando leones en las nubes.
Rapa Iti. Islas Australes. Polinesia francesa. Océano Pacífico
En una ciudad a orillas de la Cordillera de los Vosgos, un jovencito de seis años es asaltado por sueños que le hacen aprender un idioma desconocido. Sin saber si este idioma de verdad existe, o de dónde proviene, pronto el pequeño Marc Liblin lo habla con fluidez, no sólo en sueños. // Es un niño solitario, muy inteligente, ávido de conocimiento. De joven se alimenta más bien de libros que de pan. A los 33 años se dedica a vagar por la Bretaña como un desarraigado. Entonces, unos investigadores de la Universidad de Rennes se interesan por él, quieren descifrar el idioma de sus sueños y traducirlo. Dos años alimentan una gigantesca máquina con ese extraño parloteo. Es inútil. // De repente les viene la idea de llevarlo a las cantinas del puerto para preguntar a los marinos que bajan a tierra si alguno ha escuchado en algún sitio aquel idioma: Marc Liblin monologa como un solista frente a un grupo de polinesios en una cantina de Rennes, cuando el hombre detrás de la barra, antiguo miembro de la marina francesa, se inmiscuye durante la presentación para revelarle: ha escuchado ya ese lengüeteo en la más solitaria de todas las islas de la Polinesia. E incluso conoce a una vieja dama que habla exactamente así, esposa divorciada de un militar, la cual vive ahora por los suburbios en un edificio de bienestar social. // El encuentro con la dama polinesa transforma la vida de Liblin: Meretuini Make abre la puerta, él la saluda en su idioma, y ella responde de inmediato en el viejo rapa de la patria. // Marc Liblin, quien nunca ha dejado Europa, se casa con la única mujer que lo entiende, y junto con ella viaja a la isla donde se habla su idioma.