martes, 29 de septiembre de 2020


ANTÓNIO LOBO ANTUNES. TOM 
 
La propuesta de Buscando leones en las nubes es, esta semana, en las dos vertientes del espacio, ciertamente excepcional. Desde hoy y durante un total de cinco emisiones el protagonismo literario de Buscando leones en las nubes recae en un magnífico escritor portugués, quizá el más importante vivo del país vecino, António Lobo Antunes, eterno candidato al premio Nobel, un autor prolífico, con una treintena de obras publicadas, casi todas traducidas a nuestro idioma, casi todas a cargo de Mario Merlino, casi todas en las editoriales Siruela y en la antigua Mondadori, hoy englobada en el grupo Penguin Random House. 

Los libros de Lobo Antunes están escritos en una prosa musical, hecha de repeticiones, de asociaciones fulgurantes, de reiterativos sonsonetes, que fragua en un hilo narrativo envolvente, complejo, en ocasiones difícil para el lector; unos libros en los que el estilo muy singular del lisboeta, tan fácilmente identificable, se muestra en unos textos desbordantes, en los que se fuerza el lenguaje, se rompen las convenciones sintácticas, se juega con las palabras, haciendo -casi- desaparecer la trama para expresar el flujo de pensamiento de un narrador que, más allá de la brillantez formal, monologa y nos habla, con un tono lírico, melancólico, a menudo triste y nostálgico, trágico también, de las grandes cuestiones de la vida, el sufrimiento, el dolor, los recuerdos, la infancia, los amores contrariados, el fracaso, la huella de lo no vivido, el paso del tiempo, la muerte inexorable, la injusticia, los abusos, el desvalimiento y la soledad, el amor. 

Para esta primera entrega he elegido un texto breve, de título también sucinto, Tom, en el que están presentes algunos de los rasgos y las claves de sus obras mayores, y que fue publicado por Lobo Antunes en el diario El País el 26 mayo de 2007, en una etapa -que se extendió durante seis o siete años (no dos, como dije en antena)- en la que el portugués colaboraba con un artículo semanal en el periódico madrileño. La traducción, claro está, es de Mario Merlino. 

Como complemento a los textos que van a ir saliendo al aire a lo largo de estos cinco lunes quiero ofreceros música también portuguesa, con un protagonismo especial de Madredeus, un grupo que desde sus inicios en un lejano 1985 me ha gustado mucho y que por ello ha aparecido con frecuencia en el espacio. En el caso de esta noche os presento una primera recopilación de sus temas principales, clásicos ya, en alguna medida, muchos de ellos, en la voz magnífica de quien fue su vocal principal durante años, Teresa Salgueiro, salvo la pieza que cerrará el programa, Amanhâ, en la que podemos escuchar a su sustituta desde 2011, Beatriz Nunes.

António Lobo Antunes. Tom

martes, 22 de septiembre de 2020


POR LA CARRETERA DE SINTRA 

Esta semana cerramos la serie de tres programas dedicados a recordar la música de The Cars, un grupo de los ochenta que en su momento me entusiasmó y que aún hoy, cuando su propuesta musical ha notado, obviamente, el paso de estas cuatro décadas, sigue sonando fresco, alegre y capaz de interesarnos. La presencia de The Cars en nuestras emisiones surge a partir de la celebración del primer aniversario, que se cumplió hace menos de una semana, el pasado 15 de septiembre, del fallecimiento del que fue su líder, Ric Ocasek. El recorrido por la discografía de la banda finaliza hoy con once de sus temas que llegan hasta 1987, año en que, con el disco Door to door, pusieron fin a la etapa más brillante de su carrera.  

                                                    (Imagen de Lelia Parreira, del blog "El pupitre rojo") 


Entre ellos voy a leeros otros tantos textos, en su mayor parte poemas, que he seleccionado de muy completo número monográfico de la revista Litoral dedicado al automóvil. En mayo de 2019, la ejemplar publicación malagueña dedicó un completísimo volumen al tema, bajo dicha rúbrica, El automóvil, y con el significativo subtítulo de Poesía y Arte sobre ruedas. Los versos y cuentos leídos, con el coche y las muchas manifestaciones del universo automovilístico como protagonistas, son obra de Fabio Morábito, Hipólito G. Navarro, Luis Muñoz, Trinidad Gan, Noelia Pena, Medardo Fraile, José María Merino, Felipe Benítez Reyes, Rogelio Guedea, Julio Cortázar y Fernando Pessoa, que cierra el programa con esa obra maestra que es Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra, poema que os dejo íntegro a continuación.



Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra. Fernando Pessoa 

Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra, 
al luar y al sueño por la carretera desierta, 
conduzco a solas, conduzco casi despacio, y un poco 
me parece, o me esfuerzo porque un poco me parezca,
que sigo por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo, 
que sigo sin que haya Lisboa atrás dejada o Sintra a la que llegar, 
que sigo, ¿y que más puede haber en seguir sino no parar, proseguir? 

Voy a pasar la noche en Sintra por no poder pasarla en Lisboa, 
mas cuando llegue a Sintra me apenará no haberme quedado en Lisboa. 
Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia, 
siempre, siempre, siempre 
esta desmedida angustia del espíritu por nada 
en la carretera de Sintra o en la carretera del sueño o en la carretera de la vida...
 
Maleable a mis movimientos subconscientes del volante 
galopa por debajo de mí conmigo el automóvil prestado. 
Sonrío del símbolo al pensarlo, y al girar a la derecha. 
¡Con cuántas cosas prestadas voy yendo por el mundo! 
¡Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías! 

A la izquierda la casucha -sí, casucha- al borde del camino. 
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos. 
El automóvil, que hasta hace poco parecía darme libertad, 
es ahora una cosa en donde estoy encerrado, que sólo puedo conducir si en ella estoy encerrado, 
que sólo domino si me incluyo en ella y ella me incluye a mí. 

A la izquierda, ya atrás, la casucha modesta, menos que modesta. 
Allí la vida debe ser feliz, sólo porque no es la mía. 
Si alguien me vio por la ventana soñará: ese sí que es feliz. 
Para el niño que atisbaba detrás de los cristales de la ventana de arriba 
tal vez yo haya quedado (con el automóvil prestado) como un sueño, como un hada real. 
Para la muchacha que al oír el motor miró por la ventana de la cocina, 
desde el piso de abajo, 
tal vez yo fuese algo así como el príncipe que hay en todo corazón de muchacha, 
y de reojo pegada al cristal me siguiese hasta la curva en que me perdí. 

¿Dejo los sueños a mi espalda, o será el automóvil el que los deja? 
¿Yo, conductor del automóvil, o el automóvil prestado que conduzco? 

En la carretera de Sintra al luar, en la tristeza ante los campos y la noche, 
mientras conduzco el Chevrolet prestado desconsoladamente
me pierdo en la carretera futura, me sumo en la distancia que alcanzo, 
y en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible, 
acelero... 
Pero mi corazón quedó en el montón de piedras del que me desvié al 
verlo sin verlo, 
junto a la puerta de la casucha, 
mi corazón vacío, 
mi corazón insatisfecho, 
mi corazón más humano que yo, más exacto que la vida. 
En la carretera de Sintra al filo de la medianoche, al luar, al volante, 
en la carretera de Sintra, qué cansancio de la propia imaginación, 
en la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra, 
en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí...

Por la carretera de Sintra

martes, 15 de septiembre de 2020


UN VIAJE TRIVIAL 

Esta semana quiero ofreceros la segunda entrega de la serie de tres que desde hace siete días estamos dedicando a los coches y al sugerente universo cultural al que se abren, con ocasión del aniversario, hoy mismo, día 15 de septiembre, del fallecimiento, hace ahora un año, de Ric Ocasek, que fuera líder del grupo ochentero, aunque empezaron sus andanzas a finales de los setenta, The Cars. 

Con un tipo de música -alegre, festivo, electrizante y muy movido- radicalmente distinto del que suena en nuestro programa de modo habitual, los Cars me gustaban mucho en mi juventud, y mis primeros años de profesor coincidieron con la aparición, y mi compra inmediata, de sus vinilos más destacados. 

Y jugando con la trivial excusa que proporciona el nombre del grupo, he querido completar la parte literaria del espacio con textos -sobre todo poemas- recogidos de una relativamente reciente publicación de la revista Litoral, en concreto la que se corresponde con su número 267, de mayo de 2019, presentada bajo el título de El automóvil, al que se le añade la acotación Poesía y Arte sobre ruedas. Sus autores son Andrés Neuman, Víctor Lorenzo, Luis Chaves, Elizabeth Bishop, Josep M. Rodríguez, Antonio Muñoz Quintana, Amalia Bautista, Gabriela Aguilera, Miguel Ángel Arcas, Antonio Jiménez Millán, Alonso Ibarrola y Luis Mateo Díez, todos obviamente relativos al universo del automóvil y sus territorios -literales o metafóricos- adyacentes. 


Autobús. Luis Mateo Díez 

Ella sube al autobús en la misma parada, siempre a la misma hora, y una sonrisa mutua, que ya no recuerdo de cuándo procede, nos une en el viaje trivial, en la monotonía de nuestra costumbre. Se baja en la parada anterior a la mía y otra sonrisa furtiva marca la muda despedida hasta el día siguiente. Cuando algunas veces no coincidimos, soy un ser desgraciado que se interna en la rutina de la mañana como en un bosque oscuro.

Un viaje trivial

martes, 8 de septiembre de 2020


EN DIRECCIÓN A CUALQUIER PARTE 

Bienvenidos un curso más a Buscando leones en las nubes. Alberto San Segundo, al frente del veterano espacio de música y literatura de Radio Universidad de Salamanca, os saluda, con más alborozo y más ilusión que nunca, en este reencuentro con todos vosotros en lo que constituye la reapertura de nuestras emisiones tras casi cinco meses de ausencia a causa del impacto del coronavirus. Hoy, habiendo dejado atrás los episodios más dramáticos de la epidemia (no sé si una afirmación así puede sostenerse con tal rotundidad, como he hecho en la emisión radiada), estamos a punto de, con toda la prudencia y todas las cautelas del mundo, volver a los estudios, retomar el contacto con los micrófonos y demás artilugios electrónicos, y ofreceros un nuevo programa que se sume a los cientos ya radiados en los largos veinte años de nuestra trayectoria.

Las tres primeras ediciones del espacio en este todavía anómalo mes de septiembre se anudan en torno a un hilo conductor unitario: los coches. El 15 de septiembre de 2019, la semana próxima, pues, se cumplirá un año, moría Ric Ocasek, el líder de The Cars, el exitoso grupo de la new wave de los últimos ochenta y primeros noventa del siglo pasado. Los Cars, su pop fresco y un punto sofisticado, su propuesta musical alegre y alternativa, planteada sin desdeñar, antes al contrario, la dimensión comercial, me entusiasmaron hace cuarenta años y aún hoy escucho sus discos con nostalgia, obviamente, pero también con placer y contento. 

Es por este doble motivo, el aniversario de la muerte de Ocasek y el importante rastro del grupo en mi vida, por lo que The Cars protagonizarán la vertiente musical de los tres programas que inauguran este curso 2020-2021. Una serie que obedece, además, a una tercera causa: iniciar con alegría y diversión lo que por tantas razones se presume que será una temporada extraña y, para mucha gente, difícil. 

En el apartado literario de los tres programas, y sentada ya la premisa automovilística -aunque solo sea de modo indirecto, por el nombre del grupo musical invitado- que los hila, voy a presentaros textos -en su mayor parte poemas- que tienen a ese universo, el de los coches y las carreteras, el de las autopistas y las gasolineras, el del asfalto, el tráfico, los semáforos, los garajes, el autostop, los motores y los neumáticos, los frenos y el acelerador, como núcleo central. Todos esos textos están recogidos del número 267 de la revista Litoral, que en mayo de 2019 presentó un monográfico, en edición como siempre brillante y ejemplar, bajo la rúbrica de El automóvil y con el subtítulo, también explícito, de Poesía y Arte sobre ruedas. Sus autores son, por orden de aparición, Luis García Montero, Héctor Ugalde Corral, Raymond Carver, Fernando Clemot, Ben Clark, Manuel Vilas, Ricardo Defarges, Joan Payeras, Juan Bonilla, Karmelo C. Iribarren, Esther Morillas y José Carlos Rosales, cuyo poema La autopista contiene el verso que da título al programa.

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