CUARENTA AÑOS DEL SARGENTO PIMIENTA
La festividad de este pasado lunes ha impedido que Buscando leones en las nubes se emitiera en las ondas en su horario habitual. Para suplir este vacío, os ofrezco ahora un programa de 2007 dedicado a celebrar los cuarenta años del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el legendario disco de los Beatles.
Como es costumbre (una costumbre que, por desgracia, mi falta de tiempo convierte en cada vez más reiterada) no os dejo aquí un comentario extenso sobre la importancia de este álbum magnífico, sobre las curiosidades de su grabación, sobre la época convulsa en que se registró y sobre el reflejo de ese mundo en cambio en los surcos de aquel vinilo anticipador, sobre las turbulencias, las disensiones, los desencuentros que vivía el grupo en aquellos días, indicadores sutiles de su ya pronta separación, sobre la poderosa y muy notoria influencia de las drogas en sus surrealistas letras y en su innovadora música, también en la vida de sus autores, sobre la extraordinaria repercusión del disco en la vida musical y en la sociedad de su tiempo y aun del que estaba por venir, sobre las deslumbrantes novedades y los controvertidos avances técnicos que supuso, sobre su sorprendente carátula, llena de guiños y de citas y que tantos homenajes y recreaciones y hasta plagios posteriores ha suscitado. De todo ello, y de muchísimas cosas más, habla el imprescindible libro, cuya portada es hoy la imagen de esta entrada, Vida y milagro del Sgt. Pepper’s. Un disco para una época, publicado por Global Rhythm y escrito por Clinton Heylin, un apasionado y muy bien documentado experto. No os lo perdáis, a poco que os interesen los Beatles, los sesenta o el nacimiento y la evolución de la música pop contemporánea.
Mi particular homenaje a otro de mis discos preferidos de los Beatles consistió en una recreación de sus trece canciones originales en la voz de otros tantos intérpretes, en una particular celebración, pista a pista, del talento de los de Liverpool a partir de las casi siempre apreciables ‘reformulaciones’ por parte de algunos de sus devotos admiradores. Así, si os descargáis el programa (o si lo reproducís en esta página), podréis escuchar versiones interpretadas por Gilberto Gil, Rita Lee, Aimee Mann, Fionn Regan, Connie Evingson, Billy Bragg con Cara Tivey, Bikeride, Patti Smith, Claudine Longet, Michelle Shocked, The M’s, Peter Frampton con los Bee Gees y Sting. Entre ellas, las psicodélicas, algo extravagantes, en contadas ocasiones emotivas y muy a menudo anodinas letras de los Beatles, en este disco cargadas de veladas (y a veces no tan ocultas) alusiones a las drogas; un territorio, el del ácido, los psicotrópicos y las sustancias alucinógenas, que los chicos de Liverpool frecuentaban con asiduidad en aquellos tiempos y cuyo evanescente rastro impregna el disco.
Y para que la genuina voz de los Beatles no falte en este recordatorio, os ofrezco en la sección de vídeos, con el inexcusable fondo de la mítica portada del Sargent Pepper, el disco original completo repartido en cinco fragmentos consecutivos.
Cuarenta años del Sargento Pimienta
Mi particular homenaje a otro de mis discos preferidos de los Beatles consistió en una recreación de sus trece canciones originales en la voz de otros tantos intérpretes, en una particular celebración, pista a pista, del talento de los de Liverpool a partir de las casi siempre apreciables ‘reformulaciones’ por parte de algunos de sus devotos admiradores. Así, si os descargáis el programa (o si lo reproducís en esta página), podréis escuchar versiones interpretadas por Gilberto Gil, Rita Lee, Aimee Mann, Fionn Regan, Connie Evingson, Billy Bragg con Cara Tivey, Bikeride, Patti Smith, Claudine Longet, Michelle Shocked, The M’s, Peter Frampton con los Bee Gees y Sting. Entre ellas, las psicodélicas, algo extravagantes, en contadas ocasiones emotivas y muy a menudo anodinas letras de los Beatles, en este disco cargadas de veladas (y a veces no tan ocultas) alusiones a las drogas; un territorio, el del ácido, los psicotrópicos y las sustancias alucinógenas, que los chicos de Liverpool frecuentaban con asiduidad en aquellos tiempos y cuyo evanescente rastro impregna el disco.
Y para que la genuina voz de los Beatles no falte en este recordatorio, os ofrezco en la sección de vídeos, con el inexcusable fondo de la mítica portada del Sargent Pepper, el disco original completo repartido en cinco fragmentos consecutivos.
Cuarenta años del Sargento Pimienta
Ahora todo encaja!
ResponderEliminarEra este el Sargento Pimienta (el LP claro, como habías comentado en el último "post", estoy en las nubes, pero no sé si buscando leones...).
Resaltar la versión de "Lucy in the Sky with Diamonds", me ha gustado bastante, sin contar con un tratamiento demasiado complejo la voz marca una curiosa singularidad...
Muy interesante también "Being for the Benefit of Mr. Kite!", me ha sorprendido.
Resumiendo, un programa homenaje diferente y evocador, enhorabuena.
(Humilde comentario de un completo pagano en la materia, jaja).
Saludos a todos!
Esos textos tan profundos sin duda mejoran vocalmente en manos de otros intérpretes.
ResponderEliminar¿A que se me nota mi fanatismo por los 4 de Liverpool?
Saludos a los amantes de los escarabajos y a los que no lo son tanto.
Hola, voy a esuchar este programa.
ResponderEliminarDónde está la gente? María, Ítaca...
¿Abandonaron este lugar quizá por hastío?
ResponderEliminarSimplemente puede que buscaran otros horizontes...
Sí, soy doblemente anónima
Hola a todos
ResponderEliminarEn esta etapa no tengo tiempo para participar en el blog,pero no es hastío (al menos por ahora), es este siglo de prisas y exigencias que reducen mi vida social.
Participaré más adelante, porque por ahora estoy en emisiones pasadas, y, como algunas me gustan tantísimo, pues me "encano", jaja!!!
Saludos todos, especialmente a María (te "debo" explicaciones)
Ufff, la firma:
ResponderEliminarÍtaca
Importa dejar comentario escrito en el blogg?? es el placer de escuchar cosas bellas lo que nos une, no es cierto manada de Buscando leones en las nubes?
ResponderEliminarHola a todos
ResponderEliminarCon retraso incorporo mi entrada de esta semana, con retraso y muy brevemente tercio en el pequeño debate suscitado aquí.
Reitero lo esencial de mi discurso acerca del propósito y el sentido con los que nace este blog. No se trata de una bitácora al uso, no es mi intención aportar mis opiniones, ni mi personal visión de la existencia, ni mis comentarios sobre lo que acontece en la realidad cotidiana (y ello por muchas razones, pero sobre todo por dos: no me parece especialmente relevante mi perspectiva sobre todos esos asuntos y, fundamentalmente, no tengo tiempo para 'alimentar' de continuo un blog de esas características). Me mueve, pues, tan sólo, la voluntad de dejar aquí de modo estable, más allá de la irrepetible fugacidad de la emisión radiofónica, que pasa y se pierde, los programas de Buscando leones en las nubes. Y quiero dejarlos aquí porque estoy persuadido de que tiene que haber mucha gente a la que le guste la misma literatura y la misma música que a mí. Y eso es todo.
Por ello, si, además de escuchar los programas, queréis intervenir aquí, para bien o para mal, aportando vuestras sugerencias y vuestras impresiones o denostando el brutal hastío que os provoca el blog, las emisiones o, incluso, mi insufrible pedantería... pues fantástico, bienvenidas sean esas intervenciones. Pero si no queréis participar (con o sin hastío) no hay ningún problema, no es eso el fin pretendido. (No mido mi virilidad, mi inteligencia, mi carisma, mi encanto, los fundamentos de mi personalidad -o la falta de todo ello- por el número de comentarios que acompañan cada entrada; si alguien quiere dañar, pues, que se busque otra vía). Me doy por satisfecho (ése es el sentido de la aportación de nuestro último comentarista, y estoy del todo de acuerdo con él) con que escuchéis y descarguéis y disfrutéis de los programas (por cierto, a propósito de las descargas, lo único que se puede medir: hay entre 350 y 400 cada mes... no está mal para mí; preferiría que disfrutaran con mi programa cien mil personas... pero bueno, no está mal dadas las circunstancias).
En fin, de nuevo me he extendido demasiado. Vuelvo a agradeceros a todos vuestra participación. Y disculpad que no pueda contestar a todos tan rápido como exige la mínima cortesía debida.
Un saludo