LA VOZ INÚTIL QUE SUENA EN LA NOCHE VACÍA
Esta edición postrera de Buscando leones en las nubes, la última ‘oficial’ del curso 2010-2011 (os dejaré alguna emisión antigua a lo largo del mes de julio; ya iré contándoos mis planes), se articula a partir de la cita de Felipe Benítez Reyes, el escritor gaditano, que encabeza este blog. En una de sus novelas, El novio del mundo, altamente recomendable, la mejor, a mi jucio, de todas las suyas, el personaje principal, un desternillante Yéremi Alvarado, policía, vidente y perpetrador de un programa pirata de radio, entre otras muchas delirantes ocupaciones, pronuncia acerca de sus afanes radiofónicos las palabras bajo las que encuadramos las distintas entradas de esta página: No sé cuánta gente oirá mi programa. A veces sospecho que no está oyéndolo nadie, lo que se dice nadie: cero personas en total, y eso me produce una sensación de afantasmamiento: la voz inútil que suena en la noche vacía. Y entonces me siento como un turista belga que tocase el acordeón o similar en mitad del desierto de Nafud o similar.
El divertido a la vez que melancólico texto de Felipe Benítez Reyes, resulta absolutamente autobiográfico (autobiográfico ‘mío’ -si tiene sentido la expresión-) pues relata sin duda mi propia vida, mis propias sensaciones, mi propia experiencia cada vez que se abre el control, se enciende la lucecita roja en este estudio y salimos al aire. Siempre tengo, al hacer el programa, una impresión general de extrañeza, de una relativa soledad, soy un fantasma que vaga por las ondas, la voz inútil que suena en la noche vacía. Y, a la vez, quiero seguir hablando, quiero seguir tendiendo puentes, quiero seguir lanzando mis propuestas a una audiencia desconocida y anónima que, tan a menudo, ni sé si existe. Pero es por ello por lo que la cita no es casual, porque lo que ella dice, o más bien lo que yo mismo quiero leer en ella es una de las verdades de mi vida: la necesidad de las palabras, de las voces que cuentan historias, la inexorable condición narrativa del destino del hombre (al menos del mío), un destino que quizá no es otro que el seguir contando, relatando, hablando, intentando transmitir, comunicar, aun a sabiendas de la inutilidad de tal tarea, aun siendo consciente de la radical imposibilidad de ser entendido, de llegar de verdad al otro. De todo ello trata, en consecuencia, esta última emisión de Buscando leones en las nubes por este curso.
Así, todos los textos que he leído constituyen variaciones de esa misma idea: los relatos que se cuentan, que nos contamos, las palabras dichas fervorosamente, la infinidad de cuentos que llenan nuestras vidas, la necesidad de narrar, las historias que hablan de lo prodigioso, la ficción que nos mantiene vivos, la hermosura de las fábulas, la indispensable invención de mundos que pueblan nuestras existencias, las voces que hablan, que siguen hablando aunque nadie las escuche, y hablan y hablan y hablan... León Felipe, John Maxwell Coetzee, Jean Claude Carrière, Gustavo Martín Garzo, Sijie Dai, Leonardo Padura, Olivier Rolin, Elio Vittorini, Enrique Murillo, Salman Rushdie, Jonathan Safran Foer y John Banville son los autores de los magníficos textos.
Unos textos aderezados con estupendas canciones, siempre en la onda intimista y relajada marca de la casa, made in Buscando leones en las nubes. Doce maravillas interpretadas por Natalie Merchant, Damien Rice, Stranded Horse, Hindi Zahra, Márcio Faraco, Low, Stacey Earle, The Unthanks, Shammi Phitia, Badly Drawn Boy, Erik Truffaz con Sophie Hunger y Rodrigo Leão con Sonia Tavares. De algunos de ellos tendréis ración doble pues aparecen en los vídeos seleccionados. Son los casos de Stranded Horse, Low, The Unthanks y Márcio Faraco.
Nos vamos por este curso, pero aunque, como dice Niall Williams (y tiene razón), el mundo está hecho de aroma, sabor y tacto, no de palabras, volveremos la temporada que viene para seguir hablando, para seguir contando historias, para seguir intentando llegar a vosotros, a esos dos o tres, o quince o cien que nos escucháis, pendientes del pálpito de nuestra voz, del encantamiento de la música, en definitiva, de la fascinación de la radio y la pasión por comunicar. A todos vosotros, oyentes fieles, Buscando leones en las nubes os desea un excelente verano.
La voz inútil que suena en la noche vacía
Te deseo, tambien, un excelente y provechoso verano. Nos vemos a la vuelta!
ResponderEliminarLa soledad ante el micrófono ( el más bello de la historia de la Radio- el de la fotografía, por cierto-.Estéticamente es una obra de arte)puede ser un momento personal sublime.Entonces, no se debe pensar en audiencias aunque casi sea inevitable .
ResponderEliminarSí, te conviertes en inmaterial y etéreo
. La voz (la magia de la voz) la entonación y, por supuesto, la narración, son los factores con los que se consigue llamar la atención. !!Sí importan las palabras y el fervor con que son dichas!!.
Que sepas , que más que nunca, sorprende que una voz se convierta en útil y llenes una noche de sensaciones evocadoras, minutos de reflexión, empatía, nostalgias, alegrías, músicas repletas de recuerdos, descubrimientos estupendos, sabiduría, elegancia y belleza...... ¿podríamos valorar aún más tu "Buscandoleonesenlasnubes"?.
!!Buen verano de lecturas, músicas, conciertos en vivo, viajes y despendoles amigables!!Siempre es un placer escucharte.
Por cierto, gracias por Esclarecidos-estoy completamente de acuerdo contigo-. La voz de Cristina Lliso, !estupenda la música que hicieron! ; siempre sentí no verlos en vivo .
Un saludo. María .
La buscadora de leones en las nubes...os desea FELIZ VERANO :D
ResponderEliminarPara nada voz inútil, te seguimos, no a traves del transistor, pero si a través de internet.
ResponderEliminarSaludos y que pases unas buenas vacaciones!
Víctor
¿voz inútil? Eso depende de la persona que la reciba,no de la que la emita, ya sea en la noche, la mañana o la tarde...
ResponderEliminarFeliz verano para todos
Gracias, Josep. por participar y por tus buenos deseos.
ResponderEliminarMaría, para tus desmesurados elogios no hay palabras. Me alegro de que sigas disfrutando del programa.
Víctor, gracias por tu reaparición aquí y por tu fidelidad, que sé que existe, aunque no 'te manifiestes'.
Y para ambos anónimos, gracias por escribir.
¡¡¡Espero vuestras aportaciones al programa 300!!! Ya sabéis cómo soy de organizado... ¡¡¡mandádmelas ya o me pongo nervioso!!!
Un abrazo a todos
PD.- Problemas técnicos me han impedido colgar aquí alguno de los programas antiguos que pensaba ofreceros durante el mes de julio. En cuanto se subsanen, tendréis nuevas -y espero que sustanciosas- entradas.
Feliz verano Alberto. No estás sólo ante el micrófono, escucho tanto tus programas que creo que mis sueños comienzan a tener tu voz en off.
ResponderEliminar¡¡¡¡Qué amable, Rosa!!!!... ¡¡¡que comentario tan estimulante para mí!!! Así da gusto 'trabajar'. Muchas gracias.
ResponderEliminarAunque te aviso... controla un poco... ¡¡¡no vayas a tener pesadillas!!!
Feliz verano también para ti