SALTANDO CHARCOS
Nuestra propuesta de esta semana gira, como hace siete días, sobre un libro muy atractivo, La enredadera, una espléndida colección de haikus debidos a la exquisita sensibilidad de una muy estimable poeta, la valenciana Susana Benet. El libro, publicado por la editorial Renacimiento y que os recomiendo vivamente, cuenta con un prólogo del profesor de la Universidad de Sevilla Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, del que os dejo un breve extracto al término de esta entrada.
De las muchas decenas de intensos y concentrados versos que recoge la antología, he seleccionado para la emisión de hoy, catorce muestras representativas, que giran esta vez, de una manera más o menos directa, en torno a la infancia, los recuerdos, la memoria, la vejez y el paso del tiempo, en unos versos llenos de delicadeza y emoción.
Muy bella es también la música escogida, una canciones recogidas e intimistas, todas con un muy apreciable tono de melancolía que, como los poemas, espero puedan gustaros. Jim O’Rourke, Andrew Bird, Elisa, Isabella Taviani, Lwela Kasulwe, Jain, The Divine Comedy, Rickie Lee Jones, Arlo Guthrie, Sara Watkins, Seth James, Annie Lennox, Ben and Ellen Harper y Anita O’Day son sus intérpretes.
Una espléndida y muy conocida fotografía de Henri Cartier-Bresson, Derrière la Gare de Saint Lazare, fechada en París en 1932, acompaña este comentario, con ese salto entre charcos, lleno de reminiscencias de la infancia, que alude al poema de Susana Benet del que este programa toma el título.
Susana Benet es maestra en administrar el asombro, esa visión humana situada entre la ingenuidad y la sorpresa. Algunos de sus haikus son una especie de adivinanza, que estalla en sorpresa, normalmente en el verso pentasílabo de cierre.
Son asimismo muy destacables los rasgos locales aquí presentes -en este poemario- de la comunidad valenciana: naranjas, flores, sol, huerta, color… Son referencias claras, que corroboran el entronque local de esta poesía, abierta -por otra parte- a la universalidad. Hay haikus en este libro que me han recordado espontáneamente las pinturas de Joaquín Sorolla, como en estos casos:
Patio interior.
La luz del sol
tendida
entre las sábanas.
Rojas cerezas.
Entre las ramas verdes
mi mano blanca.
De Sorolla se ha dicho (…) que ha sido un artista “capaz de pintar la brisa marina”; y que, asimismo, logró “hacer que sus cuadros olieran a mar”. Pienso que estas apreciaciones son muy apreciables al haiku de Susana.
Ella misma parece que se dirige a nosotros, lectores de su antología, cuando dice a ritmo de haiku:
Todo el que entra
a admirar mi jardín
sale con flores.
bonito programa Alberto. Enhorabuena. Gracias por ofrecernos estos momentos de tranquilidad y sosiego.
ResponderEliminarGracias. Me alegro de que te haya gustado
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