ARETHA FRANKLIN. RESPETO
La emisión de esta semana en Buscando leones en las nubes, junto a la de dentro de siete días, va a dedicarse a subsanar un descuido más imperdonable cuanto es descomunal la importancia de la artista a la que queremos homenajear y cuyo septuagésimo quinto aniversario hemos dejado pasar -inexplicablemente- sin su puntual celebración. Y es que Aretha Franklin, nuestra genial invitada de esta serie de dos emisiones que ahora se abre, cumplió, en efecto, setenta y cinco años en el pasado 2017, en su mes de marzo, más exactamente.
Reparamos ahora nuestro injustificable despiste con dos programas dedicados a repasar lo esencial de la carrera profesional de la gran reina del soul, una de las figuras esenciales de la música negra de la segunda mitad del siglo XX.
Para ello, voy a ofreceros cerca de una treintena de sus temas más representativos, casi todos muy conocidos, y auténticos clásicos ya de la historia de la música popular, entrelazados con breves textos en los que recorreremos, de un modo sucinto, lo esencial de la trayectoria artística y personal de una de las grandes divas -con Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Nina Simone- del jazz, el blues y el soul, esos tres géneros de raíces inequívocamente negras. A partir de las notas biográficas entresacadas de The biography.com, el portal especializado de internet, y de otras diversas fuentes virtuales podremos conocer los momentos más destacados de la vida y la obra de Aretha Franklin como complemento a la escucha de sus ya inolvidables canciones.
Las dos hermanas de Aretha, Carolyn y Erma (que también tuvieron carreras en solitario), hicieron los coros que apoyaban la explosiva voz principal de Respect.
La canción original, compuesta por Otis Redding en 1965, era un discurso masculino hacia la mujer, demandando respeto al hombre por llevar el dinero a casa. Franklin la hizo suya en 1967 y la convirtió en un emblema incendiario. Se podía ver como un canto feminista en plena revolución sexual, un discurso contundente en favor del movimiento por los Derechos Civiles o una rebelión verbal hacia quien ningunea a las mujeres. Era un grito universal.
Junto a su hermana Carolyn, comenzó a juguetear con la canción y entre las dos le añadieron a las voces de los coros un espontáneo sock it to me (que significa algo así como demuéstramelo). Sock, muy parecido a suck (chupar) convertía la demanda en un mensaje ambiguo con un contenido sexual que la cantante siempre negó, aunque nunca con empeño. El deletreo del título (R-E-S-P-E-C-T) también fue un añadido de la cantante. Cuando Otis Redding la escuchó supo que Respect había dejado de ser suya y exclamó maravillado: “Esa chica me ha quitado la canción”. (Del blog Trasdós)
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