martes, 1 de octubre de 2019


PIDE QUE TU CAMINO SEA LARGO 

El programa de esta noche, la última emisión por el mes de septiembre, constituye también la postrera entrega de la serie de cinco con la que hemos venido conmemorando los quinientos años del inicio de una expedición fundamental en la historia de la humanidad, la primera navegación que recorrió entera la circunferencia terrestre, una gesta que llevaron a cabo, en un proyecto de atrevimiento, coraje y trascendencia enormes, doscientos cincuenta esforzados marinos al mando de Magallanes y Elcano, una heterogénea tripulación de la que sólo dieciocho miembros logró retornar a España al término de la aventura. En el blog de mi otro espacio en Radio Universidad, todosloslibrosunlibro.blogspot.com podéis consultar mi reseña, publicada antes del verano, del libro La primera vuelta al mundo, un breve pero intenso y riguroso y apasionante ensayo del profesor José Luis Comellas que os permitirá conocer mejor el tortuoso, convulso y memorable periplo. 

Siguiendo con la pauta que hemos venido marcando en emisiones precedentes, he seleccionado una docena de canciones de ámbitos geográficos muy variados, que abarcan los cinco continentes, tocadas todas con las habituales notas de intimismo y delicadeza que definen siempre la atmósfera musical que respira nuestro espacio. Sus intérpretes son Tama, un grupo multicultural y multiétnico compuesto por Tom Diakite, de Malí, el londinense Sam Mills y Djanuno Dabo, de Guinea Bissau; The Thievery Corporation con LouLou Ghelichkhani, de Estados Unidos los primeros y francesa la vocalista; la brasileña y sensual Astrud Gilberto; el uruguayo Jorge Drexler; Ornella Vanoni, de Italia; la sudanesa Rasha; Satish Vyas, de la India; la excéntrica Björk, islandesa; Susumu Yokota, de Japón; Madredeus, nuestros vecinos portugueses; Latin Quarter un grupo de Inglaterra con querencias africanas; y Rosalía, que comparece una vez más en el programa, con la emotiva interpretación de la popular canción de Los Chunguitos, Me quedo contigo, grabada en la ceremonia de entrega de los últimos premios Goya. Con ella clausuramos de modo circular la vuelta al mundo, en paralelo a la de sus históricos protagonistas, pues empezamos la primera entrega en España, con Javier Ruibal, natural del Puerto de Santa María, muy cerca de Sanlúcar de Barrameda, de donde salieron las naves viajeras, y acabamos también en España, con esta Rosalía que, si bien catalana de origen, rezuma andalucismo por los cuatro costados, siendo Sevilla el destino final de la nao Victoria que, cargada de especias, fue la única que logró arribar al puerto gaditano, casi tres años después de su partida. 

Entre ellas, y con idéntico afán cosmopolita, que se quiere representativo de la multiplicidad del mundo, os he leído otros tantos textos literarios que nos trasladan a esos territorios extraños o que, de no ser así, contienen alusiones al viaje, a la fortísima pulsión, que a casi todos alcanza, por conocer, por explorar, por salir de nuestros limites cotidianos, por aventurarse en esas otras dimensiones de nosotros mismos que, tantas veces, ni siquiera llegamos a imaginar. Sus autores, Bruce Chatwin, Alfonso Costafreda, José Carlos Llop, Elizabeth Chatwin, Ricardo Piglia, Robert Louis Stevenson, Luis Antonio de Villena, Paul Theroux, Italo Calvino, José Saramago, Gustave Flaubert y Constantino Cavafis, que con su conocido poema Itaca, quizá el paradigma del buen espíritu viajero, pone punto final a la emisión. 


Itaca. Constantino Cavafis (trad. José María Álvarez)

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca, 
pide que tu camino sea largo, 
rico en experiencias, en conocimiento. 
A Lestrigones y a Cíclopes, 
o al airado Poseidón nunca temas, 
no hallarás tales seres en tu ruta 
si alto es tu pensamiento y limpia 
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo. 
A lestrigones ni a cíclopes, 
ni al fiero Poseidón hallarás nunca, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no es tu alma quien ante ti los pone. 

Pide que tu camino sea largo. 
Que numerosas sean las mañanas de verano 
en que con placer, felizmente 
arribes a bahías nunca vistas; 
detente en los emporios de Fenicia 
y adquiere hermosas mercancías, 
madreperla y coral, y ámbar y ébano, 
perfumes deliciosos y diversos, 
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes, 
visita muchas ciudades de Egipto 
y con avidez aprende de sus sabios. 

Ten siempre a Itaca en la memoria. 
Llegar allí es tu meta. 
Mas no apresures el viaje. 
Mejor que se extienda largos años; 
y en tu vejez arribes a la isla 
con cuanto hayas ganado en el camino, 
sin esperar que Itaca te enriquezca. 

Itaca te regaló un hermoso viaje. 
Sin ella el camino no hubieras emprendido. 
Mas ninguna otra cosa puede darte. 

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca. 
Rico en saber y en vida, como has vuelto, 
comprendes ya qué significan las Itacas. 

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