RUTA 66. ON THE ROAD
Nuestro tercer recorrido por la Ruta 66, leitmotiv de nuestros viajeros programas de julio, se centra esta semana en On the road, la ya universalmente reconocida como obra maestra de Jack Kerouac que vio la luz en 1957.
Yo leí En el camino, pues así se tituló su primera edición en español, en la versión argentina, publicada en 1959 y mil veces reeditada, de la editorial Losada. Tenía veinte escasos años y el libro me deslumbró y despertó en mí un deseo de viaje y aventura, de abandonar el confort de mi juventud de familia burguesa y lanzarme a explorar la vida, de huir de la asfixiante grisura de mi aburrida existencia de chico estudioso y ejemplar y escaparme a conocer mundo y descubrir lugares, a intimar con gentes desconocidas, a vivir experiencias que, bajo el influjo de la contagiosa energía de Kerouac, presumía reveladoras y apasionantes. Mi timidez y conservadurismo vital en aquellos años -y presentes aún hoy, aunque en menor medida, en mi personalidad- y lo estrecho de mis límites familiares y sociales reprimían esos innatos impulsos de descubrimiento y ruptura que solo se pudieron manifestar algunos años más tarde cuando, al terminar la carrera, recorrí en auto-stop (con toda su mística bohemia y viajera) gran parte de Europa. Pero de ello hace tantos años...
Dejando los nostálgicos recuerdos atrás y volviendo a nuestro presente, esta noche voy a ofreceros una significativa muestra de fragmentos de On the road, citados esta vez a partir de la primera edición de Anagrama, que mantiene el título en inglés, en la traducción de Martín Lendínez. En 2009, la misma editorial publicó una versión más completa, a partir del rollo mecanografiado original, en versión de Jaime Zulaika y de nuevo con el más ortodoxo En el camino en el título.
En la obra, Sal Paradise, alter ego del propio Kerouac, y Dean Moriarty, trasunto de su amigo, el carismático Neal Cassady, recorren Estados Unidos, (al autor usa en todo momento el pretencioso y bastante imperialista “América” para referirse a su país, y el traductor lo mantiene, y así hago yo también en mis citas) en una autobiográfica gesta viajera y existencial repleta de alcohol, drogas, sexo y jazz, en la que viven peripecias sin cuento, y experimentan excesos, decepciones, viajes iniciáticos, fracasos y éxtasis, en la narración canónica del mundo beatnik y precursora del hippismo y la contracultura, palpables no solo en los textos que he elegido sino también muy presentes en las canciones que con las carreteras en general y la Ruta 66 en particular como escenario acompañan mi selección (Chuck Berry, The Byrds, Bruce Springsteen, Family of the year, Tom Petty, Mark Lanegan, Breeders –cuyo tema Drivin’ on 9 aparece en el estupendo vídeo que acompaña este comentario, en el que se “ensamblan” escenas de distintas películas de carretera-, Led Zeppelin, The Modern Lovers, Pink Floyd, Roger Miller, Johnny Cash, Jimmy Walker, Roger McGuinn, The Jayhawks y Kris Kristofferson son sus destacados intérpretes).
Y es que en ese permanente transitar de nuestros protagonistas por los caminos del vasto país norteamericano, la Ruta 66 tiene, obviamente, una importante presencia en el libro.
Sal Paradise/Jack Kerouac confiesa de entrada la atracción que despierta en él el poderoso magnetismo de su amigo: Dean subió a un autobús que decía Chicago y se perdió en la noche. Allí se iba nuestro amigo pendenciero. Me prometí seguirle en cuanto la primavera floreciese de verdad y abriera el país. Y así fue como realmente se inició toda mi experiencia en la carretera, y las cosas que pasaron son demasiado fantásticas para no contarlas. El presente programa constituye un modesto intento de trasladaros el espíritu de esas cosas fantásticas que pueden suceder en la carretera.
undersound uppersoul :) Steppenwholf... Música que encontraba leones en las nubes o sería la edad...
ResponderEliminar¿La edad?... Desconozco ese término...
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