TODAS LAS CARTAS DE AMOR SON RIDÍCULAS
Como continuación del programa de la semana pasada, Buscando leones en las nubes os ofrece hoy una nueva aproximación al género epistolar con una emisión que vuelve a tener a las cartas como el elemento central, tanto en su vertiente literaria como en la musical.
Desde esta última perspectiva, podréis recrearos con canciones de Carol Duboc, Cecilia Dale, la sensual intérprete de Love letters a la que omití en mi despedida del programa, Nick Cave and The Bad Seeds, Laura Cantrell, Anna Maria Jopek en una delicadísima pieza al piano extraída de su magnífico disco con Pat Metheny, REM con Patti Smith, Vanessa da Mata, Marissa Nadler (otra omisión, cada vez tengo más despistes, dos en el mismo programa, la edad no perdona) que interpreta Famous blue raincoat, el clásico de Leonard Cohen, que no habla estrictamente de cartas sino que es una carta en sí misma, Hobotalk, Vienna Teng y el malogrado Solomon Burke (al que dedicaremos un programa de homenaje en los próximos meses).
Desde el punto de vista literario, seguiremos con poemas, la mayor parte extraídos del número monográfico de la revista Litoral al que me referí hace siete días, aunque en esta ocasión con aportaciones nacidas de otras fuentes. Gerardo Diego, Gloria Fuertes, Joan Brossa, Ángel González, Pere Rovira, Antonio Jiménez Millán, Félix Grande, Fernando Pessoa, cuyo poema da título a la emisión, Vicente Núñez, Cristina Peri Rossi y Pablo Neruda son los autores de los versos leídos.
Aprovecho el asunto principal del programa para recomendaros otros libros, de relativamente reciente publicación, que tienen también a las cartas como protagonistas. Es el caso de un precioso volumen de Pablo Neruda que con el título Cartas de amor y editado por Seix Barral recoge las cartas de amor del poeta a Matilde Urrutia, escritas desde 1950 a 1973. La edición, como os digo primorosa, incorpora la reproducción de los manuscritos originales en sus propios documentos: páginas de cuadernos, impresos oficiales, hojas de agendas, papel de escritorio con el membrete de hoteles por todo el mundo, dibujos, postales, fotografías. Las cartas, muchas y muy interesantes, se presentan agrupadas en tres etapas. En la primera, denominada La época del amor secreto 1, incluye las cartas, escritas hasta julio de 1952, de Neruda a su amante desde la distancia: tenemos así noticia de sus viajes, de su presencia en congresos, de su exilio, y del amor del poeta presente en este vagar por el mundo. La época del amor secreto 2, que abarca cartas fechadas entre agosto de 1952 y febrero de 1955, es la segunda etapa. Los amantes viven ya en Chile, pero Neruda estaba casado con Delia del Carril y esas cartas reflejan los conflictos derivados de esa incómoda situación. Cuando el amor ya no se oculta, que llega hasta 1973, recoge la plenitud de la pasión vivida por los amantes, ya sin obstáculos que los separen. Un libro hermosísimo, más allá del texto, por el gusto y el cuidado, por la delicadeza de su excepcional edición.
Con otro tono se presenta Palabras de amor, del prolífico José Antonio Marina, aunque en este caso cuenta con la colaboración, que se adivina esencial, de Elena Errazuriz y Elisa Fenoy, indispensables, imagino, en la labor de recogida y selección de la documentación. El libro está publicado por la editorial Temas de hoy y se trata, como indica su significativo subtítulo, de un tratado de los sentimientos a través de las más intensas cartas de amor de todos los tiempos. Comparecen así, en ese sugerente recorrido, Oscar Wilde, Franz Kafka, Simone de Beauvoir, Flaubert y Chateaubriand, Rilke y Heidegger, Machado y Borges y Pessoa y Galdós y Rimbaud y tantos otros nombres destacadísimos de la literatura universal, reflejados en su correspondencia amorosa. Sobre la base de sus palabras, entresacadas de más de mil cartas, Marina desarrolla su teoría sobre la experiencia amorosa, siempre a caballo de las deliciosas llamas del incandescente amor pasión y la sosegada calma del tierno cariño cotidiano que aspira a su perpetuación en forma de felicidad estable.
Por último, de mi muy querido Julio Cortázar la editorial Alfaguara da a la luz ahora un inédito, pasados más de veinticinco años de su muerte, titulado Cartas a los Jonquières que completa la serie de su correspondencia, que la editorial nos lleva ofreciendo desde hace años. Se trata de un voluminoso ejemplar que recoge el contacto -forzosamente epistolar dada la separación física- durante cincuenta años entre el escritor argentino y su amigo, pintor, poeta y compatriota, Eduardo Jonquières. Son, en total, ciento veintiséis cartas, trece postales y un recorte publicitario que Cortázar envió, entre 1950 y 1983, a Eduardo, a su mujer María (que las rescató del olvido a la muerte de su marido en el año 2000) y a la hija de ambos, Maricló. En ellas está tanto la vida personal de Cortázar, con sus viajes, sus amistades, su deambular por París, sus azares siempre desconcertantes, sus fecundas visitas a los museos, sus comentarios de actualidad y su cotidianidad nunca prosaica cuando el que la describe es un escritor magnífico, como, sobre todo, su faceta literaria, sus preocupaciones estilísticas, sus lecturas, su obra. Son pues, estas cartas, una formidable continuación del universo cortazariano, indispensable para quienes, como yo, somos sus entusiastas seguidores, pero quizá interesante también para quien quiera conocer por primera vez algunos de los rasgos más decisivos de la intensa vida y la maravillosa literatura del personaje.
En la sección de vídeos os dejo cinco de otras tantas canciones preciosas. Love letter, interpretada por Nick Cave en el programa de John Letterman; E-bow letter, esa larga carta que Michael Stipe escribió a River Phoenix y que el malogrado actor nunca llegó a leer a causa de su muerte prematura y que en el vídeo, como en la emisión radiofónica, cantan REM y Patty Smith (por cierto, en el programa esta canción suena tras un poema dedicado a Marilyn Monroe, otra vida joven prematuramente truncada); Letter for a friend, de Hobotalk; Love letters, de una ochentera pero igualmente espléndida Alison Moyet, con su potente chorro de voz; y como cierre, la exótica Vienna Teng en una larga filmación que incluye, antes de la emitida en el programa, Unwritten letter, otra canción, Gravity.
Todas las cartas de amor son ridículas
Desde esta última perspectiva, podréis recrearos con canciones de Carol Duboc, Cecilia Dale, la sensual intérprete de Love letters a la que omití en mi despedida del programa, Nick Cave and The Bad Seeds, Laura Cantrell, Anna Maria Jopek en una delicadísima pieza al piano extraída de su magnífico disco con Pat Metheny, REM con Patti Smith, Vanessa da Mata, Marissa Nadler (otra omisión, cada vez tengo más despistes, dos en el mismo programa, la edad no perdona) que interpreta Famous blue raincoat, el clásico de Leonard Cohen, que no habla estrictamente de cartas sino que es una carta en sí misma, Hobotalk, Vienna Teng y el malogrado Solomon Burke (al que dedicaremos un programa de homenaje en los próximos meses).
Desde el punto de vista literario, seguiremos con poemas, la mayor parte extraídos del número monográfico de la revista Litoral al que me referí hace siete días, aunque en esta ocasión con aportaciones nacidas de otras fuentes. Gerardo Diego, Gloria Fuertes, Joan Brossa, Ángel González, Pere Rovira, Antonio Jiménez Millán, Félix Grande, Fernando Pessoa, cuyo poema da título a la emisión, Vicente Núñez, Cristina Peri Rossi y Pablo Neruda son los autores de los versos leídos.
Aprovecho el asunto principal del programa para recomendaros otros libros, de relativamente reciente publicación, que tienen también a las cartas como protagonistas. Es el caso de un precioso volumen de Pablo Neruda que con el título Cartas de amor y editado por Seix Barral recoge las cartas de amor del poeta a Matilde Urrutia, escritas desde 1950 a 1973. La edición, como os digo primorosa, incorpora la reproducción de los manuscritos originales en sus propios documentos: páginas de cuadernos, impresos oficiales, hojas de agendas, papel de escritorio con el membrete de hoteles por todo el mundo, dibujos, postales, fotografías. Las cartas, muchas y muy interesantes, se presentan agrupadas en tres etapas. En la primera, denominada La época del amor secreto 1, incluye las cartas, escritas hasta julio de 1952, de Neruda a su amante desde la distancia: tenemos así noticia de sus viajes, de su presencia en congresos, de su exilio, y del amor del poeta presente en este vagar por el mundo. La época del amor secreto 2, que abarca cartas fechadas entre agosto de 1952 y febrero de 1955, es la segunda etapa. Los amantes viven ya en Chile, pero Neruda estaba casado con Delia del Carril y esas cartas reflejan los conflictos derivados de esa incómoda situación. Cuando el amor ya no se oculta, que llega hasta 1973, recoge la plenitud de la pasión vivida por los amantes, ya sin obstáculos que los separen. Un libro hermosísimo, más allá del texto, por el gusto y el cuidado, por la delicadeza de su excepcional edición.
Con otro tono se presenta Palabras de amor, del prolífico José Antonio Marina, aunque en este caso cuenta con la colaboración, que se adivina esencial, de Elena Errazuriz y Elisa Fenoy, indispensables, imagino, en la labor de recogida y selección de la documentación. El libro está publicado por la editorial Temas de hoy y se trata, como indica su significativo subtítulo, de un tratado de los sentimientos a través de las más intensas cartas de amor de todos los tiempos. Comparecen así, en ese sugerente recorrido, Oscar Wilde, Franz Kafka, Simone de Beauvoir, Flaubert y Chateaubriand, Rilke y Heidegger, Machado y Borges y Pessoa y Galdós y Rimbaud y tantos otros nombres destacadísimos de la literatura universal, reflejados en su correspondencia amorosa. Sobre la base de sus palabras, entresacadas de más de mil cartas, Marina desarrolla su teoría sobre la experiencia amorosa, siempre a caballo de las deliciosas llamas del incandescente amor pasión y la sosegada calma del tierno cariño cotidiano que aspira a su perpetuación en forma de felicidad estable.
Por último, de mi muy querido Julio Cortázar la editorial Alfaguara da a la luz ahora un inédito, pasados más de veinticinco años de su muerte, titulado Cartas a los Jonquières que completa la serie de su correspondencia, que la editorial nos lleva ofreciendo desde hace años. Se trata de un voluminoso ejemplar que recoge el contacto -forzosamente epistolar dada la separación física- durante cincuenta años entre el escritor argentino y su amigo, pintor, poeta y compatriota, Eduardo Jonquières. Son, en total, ciento veintiséis cartas, trece postales y un recorte publicitario que Cortázar envió, entre 1950 y 1983, a Eduardo, a su mujer María (que las rescató del olvido a la muerte de su marido en el año 2000) y a la hija de ambos, Maricló. En ellas está tanto la vida personal de Cortázar, con sus viajes, sus amistades, su deambular por París, sus azares siempre desconcertantes, sus fecundas visitas a los museos, sus comentarios de actualidad y su cotidianidad nunca prosaica cuando el que la describe es un escritor magnífico, como, sobre todo, su faceta literaria, sus preocupaciones estilísticas, sus lecturas, su obra. Son pues, estas cartas, una formidable continuación del universo cortazariano, indispensable para quienes, como yo, somos sus entusiastas seguidores, pero quizá interesante también para quien quiera conocer por primera vez algunos de los rasgos más decisivos de la intensa vida y la maravillosa literatura del personaje.
En la sección de vídeos os dejo cinco de otras tantas canciones preciosas. Love letter, interpretada por Nick Cave en el programa de John Letterman; E-bow letter, esa larga carta que Michael Stipe escribió a River Phoenix y que el malogrado actor nunca llegó a leer a causa de su muerte prematura y que en el vídeo, como en la emisión radiofónica, cantan REM y Patty Smith (por cierto, en el programa esta canción suena tras un poema dedicado a Marilyn Monroe, otra vida joven prematuramente truncada); Letter for a friend, de Hobotalk; Love letters, de una ochentera pero igualmente espléndida Alison Moyet, con su potente chorro de voz; y como cierre, la exótica Vienna Teng en una larga filmación que incluye, antes de la emitida en el programa, Unwritten letter, otra canción, Gravity.
Todas las cartas de amor son ridículas
Me ha enamorado.
ResponderEliminarSencillamente: precioso.
No hay palabras.
A mí también.
ResponderEliminarY una, sin querer, aquí está, rememorando cartas. En fin...
Saludos.
Recuerdo esos esfuerzos titánicos
ResponderEliminartratando de introducir seis folios en un sobrecito de nada... al que se podría haber hecho perfectamente la prueba del ADN (confieso: nunca he tenido las uñas largas, así es que... usaba los dientes para doblar las hojas al máximo).
Voy a acuñar un término aun a riesgo de que me incluyas dentro del grupo de cenutrios ágrafos que sueltan regüeldos preneardenthalenses (genial expresión, lo siento si las has registrado porque me la he apropiado).
¡Bendita 'esdrujulez'!
En fin... qué bonito es el amor
Me apasiona tanto la poesía, me alegra tener un amigo que le guste tanto como a mí.
ResponderEliminarEres un magnífico hombre.
Y que viva el amor!!!
Gracias por tus programas, me acompañan en mi MP4 cuando salgo a caminar por la ciudad.
ResponderEliminarGracias a ellos he descubierto, entre otras cosas, que la poesía me gusta más escucharla que leerla.
Un saludo.
Hola a todos
ResponderEliminarVuelvo a agradeceros sinceramente a todos el que os guste el programa; tanto, además, como para decidiros a venir aquí a contarlo, a dejar vuestras amables opiniones.
En cambio, con la misma sinceridad os digo que los comentarios -por ahora elogiosos- sobre mí, sobre mis supuestos valores, sobre mis cualidades de fantasía (¡¡¡¡¡magnífico hombre!!!!) que algunos deslizáis de vez en cuando, unos comentarios que no tienen nada que ver con este blog, ni con las emisiones de Buscando leones en las nubes, ni con los temas de los programas, ni con la música... me hacen sentir MUY incómodo. Agradeciéndoos las buenas intenciones, os pediría que, a ser posible, los obviaseis. Si alguien quiere piropearme (o insultarme) por cuestiones personales prefiero que lo haga cara a cara y en privado (hay, para soslayar las distancias, una dirección de correo electrónico del programa), y no aquí, en público, lo cual me resulta muy violento. Gracias.
Un saludo a todos
Viva el amor sano. Lo conoces?Demasiado palabro para un sentimiento tan natural.
ResponderEliminarAclarar: temperamento optimista, pesimista o más bien incoherente. Qué miedo a los insultos, aquí hay gato encerrado, seguro. Un buen diván.
Magnifico programa, bellísima Love letters, bellísima toda la música, deliciosísimos recuerdos de 'cartas guardadas' celosa y delicadamente en mi memoria. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
ResponderEliminarSavina
Letter from John Keats to Fanny Brawne, 1820
ResponderEliminarMy dearest Fanny
The power of your benediction is not of so weak a nature as to pass from the ring in four and twenty hours - it is like a sacred Chalice once consecrated and ever consecrate. I shall Kiss your name and mine where your Lips have been - Lips! why should such a poor prisoner as I am talk about such things. Thank God, though I hold them the dearest pleasures in the universe, I have a consolation independent of them in the certainty of your affectation. I could write a song in the style of Tom Moores Pathetic about Memory if that would be any relief to me. No. It would not be. I will be as obstinate as a Robin, I will not sing in a cage. Health is my expected heaven and you are the Houri - this word I believe is both singular and plural - if only plural never mind - you are a thousand of them.
Ever yours affectionately my dearest, j.k
Hola de nuevo y saludos agradecidos...
ResponderEliminar... a Savina, por su fiel seguimiento y sus siempre emotivas palabras...
... al amable anónimo que nos permite recordar la triste (esos labios moribundos que no pueden besar, limitados por la tuberculosis) y bellísima correspondencia de John Keats con su amada...
... y también al anterior anónimo por participar, aunque su mensaje sea algo críptico, sin embargo.
Gracias
"CARTA" de Miguel Hernández
ResponderEliminarEl palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio.
Oigo un latido de cartas
navegando hacia su centro.
Donde voy, con las mujeres
y con los hombres me encuentro,
malheridos por la ausencia
desgastados por el tiempo.
Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura,
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.
Gracias por el estupendo poema de Miguel Hernández.
ResponderEliminarUn saludo
My dear impulsive darling I suspect my letter got to you too late
ResponderEliminarAnd it's really just a silly fragment of paper
But it means so much to those who wait
All the suffering days and nights 'til I dare dream again
There you suddenly stand and I'll be damned if you
didn't disappear with the dawn
Chorus:
Hours pass and darkness comes
Soon I will close my eyes
Will you return if you don't reply
You'll be taking my life in your hands
You'll be taking my life in your hands
Taking my life in your hands
I don't know why my dearest darling
I can't tell you how I feel when you are near
When I see you have returned my letters unopened
I will tear them up, your voice ringing in my ears
But you're kidding yourself if you think this
correspondence will end
I can always pretend words I don't have the courage to
send
Reach you( The Juliet letters)
http://www.youtube.com/watch?v=V3nevO_jcJc
¡Qué bueno es Elvis Costello! ¡Y qué oportuna la referencia. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn saludo