No sé cuánta gente oirá mi programa. A veces sospecho que no está oyéndolo nadie, lo que se dice nadie: cero personas en total, y eso me produce una sensación de afantasmamiento: la voz inútil que suena en la noche vacía. Y entonces me siento como un turista belga que tocase el acordeón o similar en mitad del desierto de Nafud o similar. (Felipe Benítez Reyes)
martes, 3 de enero de 2012
TOWNES VAN ZANDT. WAITING AROUND TO DIE
El uno de enero de 1997 moría, a los 52 años, en Nashville, Townes Van Zandt, víctima de un ataque al corazón inesperado, aunque su vida algo excesiva en contacto con drogas y alcohol, su inestable personalidad, con frecuentes depresiones, probable trastorno bipolar, tendencias esquizofrénicas y diversos tratamientos de electrochoque, hacía previsible una prematura y trágica desaparición. La complejidad de su existencia queda reflejada en sus intensas canciones, de las que ya la hace siete días os ofrecí una muestra significativa en el primer programa de celebración de su figura con ocasión del aniversario de su desaparición. En la emisión de esta semana podréis escuchar otras quince, una por cada año transcurrido desde su muerte, todas recubiertas de esa pátina de melancolía y desolada tristeza que rezuman la mayor parte de las creaciones del texano. Nothin’, No place to fall, Lungs, Don’t you take it too bad, A song for, Dead flowers (magnífica versión del clásico de los Rolling Stones ya emitida en Buscando leones en las nubes), Be here to love me, Our mother the mountain, Cocaine blues (otra espléndida versión), Mr. Mudd and Mr. Gold, To live is to fly, Man gave names to all the animals (aquí es Bob Dylan el recreado), Pancho and Lefty, High, low and in between y la impresionante Waiting around to die.
Entre ellas, punteando la banda sonora del programa, aparecen, como hace siete días, las palabras del propio autor, extraídas de una amplia e interesante entrevista que le hizo en la revista francesa Les Inrockuptibles, en 1994, apenas tres años antes de su muerte, el periodista Jean-Daniel Beauvallet. En ella aparecen algunos de los principales rasgos de la existencia de Van Zandt, que también afloran en sus canciones: las mujeres, los caballos, la naturaleza, el proceso creativo, la soledad, la depresión, la bebida, las drogas, los demonios interiores, la destrucción.
Os ofrezco también las letras de su gran éxito Pancho & Lefty y de Waiting around to die, en más que dignas traducciones de Mariano Cruz y Alejandro Caja, respectivamente, recogidas ambas de sendas páginas de internet.
Waiting aorund to die protagoniza también el conmovedor vídeo con el que cierro esta entrada. Se trata de un fragmento emotivo, intensísimo, enternecedor, de Heartworn Highways, el documental de James Szalapski sobre el mundo del country texano del que formó parte (si es que la noción de pertenencia se aviene con una personalidad tan independiente como la suya) Townes Van Zandt. Townes, acompañado de su novia de entonces, canta Waiting around to die, provocando las lágrimas emocionadas de su acompañante, el entrañable Uncle Seymour Washington. Aprovecho también para recomendar -algo a ciegas, pues mi mal inglés (y no hay versiones más que en este idioma y en alemán) me ha impedido un acercamiento satisfactorio- una película y un libro que tienen a Townes Van Zandt como protagonista indiscutible. Be here to love es el título del imprescindible film que podéis ver íntegro en este enlace. El libro, como os digo sin versión en castellano, se titula I’ll be here in the morning y aparece, de entrada, como muy atractivo e interesante. Confiemos en su pronta aparición en nuestro país convenientemente traducido.
Pancho & Lefty
Vivir en la carretera, amigo, te mantuvo libre y limpio. Ahora tu piel se ha tornado de hierro y tu aliento es más duro que el queroseno. No fuiste el único hijo de tu madre, pero sí el favorito, según parece. Ella rompió a llorar cuando dijiste adiós para abandonarte a tus sueños.
Pancho era el jefe de una banda. Su caballo era más rápido que el acero pulido. Llevaba su pistola por fuera de los pantalones. Para que la gente de bien lo sepa, Pancho encontró su destino, ya lo sabes, allá abajo, en los desiertos de México. Nadie escuchó sus últimas palabras. Así es como fue.
Los federales decían que lo cogerían cualquier día y lo dejaban merodear sin apreciarle demasiado, supongo.
Lefty ya no puede cantar blues durante toda la noche como solía hacer. El polvo que mordió Pancho allá abajo terminó en la boca de Lefty. El día que derribaron al pobre Pancho, Lefty partió para Ohio donde tenía su hogar, sin que nadie lo supiera.
Los federales decían que lo cogerían cualquier día, tan sólo esperaban un tropiezo suyo, sin apreciarle demasiado, supongo.
Los poetas narran la caída de Pancho. Lefty vive en un hotel barato. El desierto está en calma y Cleveland es fría, así termina la historia que hemos contado. Es cierto que Pancho necesita de vuestras oraciones, pero guardad alguna para Lefty también. Él hizo lo que tenía que hacer y ahora se está haciendo viejo.
Algunos federales de uniforme gris decían que lo cogerían cualquier día. Tan sólo estaban esperando que cometiera un error, sin apreciarle demasiado, supongo.
Esperando a la muerte
A veces no sé adónde me lleva esta sucia carretera, a veces no soy capaz de verle sentido alguno… Imagino que seguir apostando, empinando el codo y deambulando por ahí, es más fácil que limitarme a esperar que la muerte me alcance.
Amigos míos, hace tiempo tuve una madre, tuve incluso un padre… Una vez, él la golpeó con el cinturón porque ella lloraba; ella le pidió que se ocupara de mí y después se fue, se marchó camino de Tennessee… Para ella fue más fácil hacer eso que limitarse a esperar que la muerte la alcanzara.
Pasó el tiempo, me hice mayor, y un día, en un bar de Tuscaloosa, me topé con una chica que me engañó con astucia y me lo quitó todo…Yo intenté calmar el dolor, pillé algo de vino, salté a bordo de un tren… Supongo que aquello me pareció más fácil que limitarme a esperar que la muerte me alcanzara.
Otra vez un amigo me dijo que sabía dónde conseguir algo de dinero fácil; le dimos el palo a un tipo y salimos de allí volando… Pero la pasma cayó sobre mí y me llevó de vuelta a Muskogee. Durante dos años no hecho otra cosa que esperar, que esperar sentado a que la muerte me alcanzara.
Pero ya he salido de la cárcel, y por fin he dado con un amigo; él no bebe, ni roba, ni engaña, ni miente… Su nombre es Codeína y es lo mejor que he visto jamás. Los dos juntos vamos a esperar, juntos vamos a sentarnos a esperar que la muerte nos alcance.
Townes Van Zandt. Waitin’ around to die
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Desgarrador, me ha dejado completamente melancólica.
Buscando leones en las nubes es el blog de un programa de radio, del mismo nombre, que se emite en Radio Universidad de Salamanca los lunes de 10 a 11 de la noche. Una descripción pormenorizada de la emisión la encontraréis en la primera entrada de este blog, del 25 de septiembre de 2008 (se puede acceder a ella desde la imagen inferior -el cartel de Buscando leones en las nubes-, en este mismo panel lateral).
En las diferentes entradas del blog se ofrece la posibilidad de escuchar íntegramente, sobre la misma página, el programa correspondiente (en el player adjunto).
Además, es posible descargar esas mismas emisiones en formato mp3 desde este panel lateral, dentro de la sección denominada Programas (descargas) y, tras ella, en la que lleva por título Más programas para descargar. 'Pinchando' sobre el nombre del programa se accede a una pantalla, en la columna izquierda de la cual, debajo de Play/Download, aparecen unas cifras (64kbps, habitualmente) ola expresión Whole directory. Un click de ratón sobre las cifras o el texto permite la descarga automática del programa.
En la sección Etiquetas, entrando en cada una de las referencias recogidas, encontraréis información sobre el contenido de los programas respectivos.
Si quieres escribirme directamente, recibiré tus ideas, tus sugerencias, tus comentarios, tus propuestas, tus críticas, tus insultos (poniéndonos en lo peor) en: buscandoleonesenlasnubes@gmail.com. En cualquiera de los casos, gracias (aunque no sé si también agradeceré los insultos) .
Con pose intelectualoide (los periódicos son de atrezo: habitualmente sólo leo hojas parroquiales)
"La felicidad era como aquellas nubes que cambiaban de apariencia a cada instante. Brillaban doradas, o se teñían de gris, sin permanecer más que un momento en el mismo estado. Las horas más radiantes pasan así de largo veloces, como un capricho o como una broma." Kyoichi Katayama
Aviso para navegantes
El blog de Buscando leones en las nubes se limita a ofrecer aquí los programas que se emitieron con anterioridad en Radio Universidad de Salamanca, tanto en las ondas convencionales (89.0 de la frecuencia radiofónica salmantina) como a través de nuestra dirección de internet (www.usal.es/radiouni). Al autor no le mueve el ánimo de lucro y en ningún caso pretende obtener beneficio económico con el blog. No obstante, si la aparición en él de alguna pieza musical o algún texto pudiera lesionar los derechos de un tercero, basta con ponerse en contacto con Alberto San Segundo en buscandoleonesenlasnubes@gmail.com. A partir de ese momento, se eliminará de la página el elemento que eventualmente pudiera resultar conflictivo.
3 comentarios:
Desgarrador, me ha dejado completamente melancólica.
Feliz año Alberto ;)
Gracias por vuestra participación. ¡Feliz año!
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