martes, 17 de diciembre de 2024
TODOS SE VAN
Buscando leones en las nubes os ofrece esta semana el penúltimo programa antes de Navidad (el último, una edición especial con temática navideña saldrá al aire el próximo 23 de diciembre, ya bien entradas las vacaciones académicas), con la segunda y postrera emisión de la serie que, iniciada hace siete días, tiene a la música y la vida de Nick Drake como protagonistas.
El 25 de noviembre de 1974 moría en su cama, en casa de sus padres, a causa de una sobredosis de tranquilizantes, el oscuro cantante, de existencia afligida, que no conoció el éxito -ni casi la mínima repercusión pública- hasta varias décadas después de su muerte. Ahora, cincuenta años después de su muerte, cuando, convertido en una figura casi mítica -esa posibilidad, una suerte de justicia poética, que a veces proporciona el tiempo para rehabilitar a quienes en vida la existencia castigó-, sus canciones suenan con normalidad incluso en los anuncios publicitarios de la televisión y su música es valorada como objeto de culto, he querido desde aquí y coincidiendo con el redondo aniversario, homenajear a un músico que yo también he descubierto de manera tardía, aunque algunos de su temas llevan apareciendo en Buscando leones en las nubes desde hace años.
Las quince canciones que he elegido para conformar la banda sonora del programa irán acompañadas, como ya hice en la emisión anterior, de fragmentos de un libro muy interesante, Perro negro, escrito por Miguel Ángel Oeste y publicado por la editorial Tusquets hace ahora casi un año, en enero de este 2024. Entre numerosas referencias a sus letras y a su música, el novelista recrea la vida de Drake siguiendo una esquema muy sugestivo y eficaz. Oeste inventa la existencia de dos personajes centrales, Janet y Richard. Janet Stone, una peculiar amiga del músico que, varias décadas después, rememora los días pasados con el artista recibe la propuesta de Richard West, un conocido actor (el escritor dice haberse inspirado en Heath Ledger), de localizar a Sophia Rytter, una misteriosa amiga de Nick, pues necesita su testimonio, que intuye esencial, para completar la película que quiere hacer sobre Drake.
Hubo en realidad, al parecer, una Sophia Ryde de existencia algo fantasmal, quizá el gran amor desconocido de Nick, pero la novela deja claro su estatuto evanescente: Sophia es una invención. Nunca existió. Si lo hizo fue exclusivamente en la cabeza de Nick, podemos leer. A partir de la relación entre Janet y Richard van aflorando diversos episodios de la existencia del músico, contados a partir de los recuerdos nostálgicos de la propia Janet, de las impresiones de familiares, amigos y colegas del artista e, incluso, de las palabras de la propia Sophia.
Espero que aparte de haceros disfrutar con la música y los textos que he elegido, el programa sirva para despertar el interés por profundizar en la discografía entera de Nick Drake y por leer el libro de Miguel Ángel Oeste.
Todos se van
Etiquetas:
Miguel Ángel Oeste,
Nick Drake,
Perro negro,
Todos se van
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario