martes, 18 de noviembre de 2008


CESARE PAVESE

El 9 de septiembre de 1908 nacía en un pueblecito cercano a Turín Cesare Pavese, el imprescindible escritor italiano. El Buscando leones en las nubes de esta semana pretende rendir homenaje a su figura aprovechando, con un cierto retraso (pero hay que recordar que hasta finales de octubre no comenzaron las emisiones por este curso), el centenario de su nacimiento.

Poeta, novelista, escritor de cuentos, la obra literaria de Pavese viene marcada por una biografía algo tortuosa: la muerte del padre cuando él es sólo un niño; la dificultad de la relación con su madre, que adopta el papel más severo y riguroso que hubiera debido corresponder a la figura paterna, una madre en la que la sensibilidad infantil no encuentra ternura ni afecto; una personalidad tímida, introvertida, con inclinación al aislamiento, retraída; una infancia algo traumática y una adolescencia solitaria, con fuertes tendencias, ya de joven, hacia el suicidio; una vida adulta amarga, inadaptada, llena de conflictos interiores; un destierro político, confinado durante un año en un pueblo perdido en la remota Calabria, que exacerba su propensión a la soledad; largas etapas de encierro en la casa de su hermana, en la que se recluye, incapacitado para una vida normal, activa; una problemática relación con las mujeres, con el trasfondo de su impotencia sexual, unas mujeres a las que necesita y por las que se ve reiteradamente abandonado (traicionado, a su juicio); y, por fin, su suicidio en la habitación de una pensión de Turín, cuando aún no ha cumplido los cuarenta y dos años. Todo esto da asco. Basta de palabras. Un gesto. No escribiré más, son las últimas palabras (en la traducción de Esther Benítez) que escribe en su diario, una de su obras mayores, el magistral El oficio de vivir.

En la vertiente literaria, el programa ofrece algunos fragmentos, muy breves, casi aforismos, extraídos de ese El oficio de vivir, un libro en el que afloran todas su obsesiones, todas sus preocupaciones: el dolor, la soledad, el odio, la frustración, la rabia, el sexo, la muerte, el suicidio, la tristeza, la política, la literatura, los reiterados fracasos amorosos. Los textos que he seleccionado tienen a las mujeres como centro y motivo principal. Pavese tenía una visión muy dura, desencantada y absolutamente misógina de las mujeres. Sea por el poderoso, negativo y algo castrante influjo de la madre, sea porque su experiencia amorosa enlazó desengaños y traiciones, sea por una reiterada vivencia del dolor, del fracaso sentimental, de la soledad, su visión de la mujer es, muchas veces, descarnada, ofensiva, desesperanzada, brutal incluso; una visión que Pavese expresa sin paliativos, de un modo rotundo, muy duro, lo que lo aleja, ciertamente, de la corrección política imperante en la actualidad.

Y para compensar ese tono exasperado de las opiniones de Pavese sobre las mujeres, para equilibrar la balanza, pudiéramos decir, la parte musical del programa la protagonizan dulces, sensuales y sugerentes intérpretes italianas. Así, han sonado la grave voz de Carmen Consoli; la, por el contrario, susurrante y algo aniñada Amalia Grè; Lalli, nombre artístico de Marinella Ollino, en su fecunda unión musical con Piero Salizzoni; la aún italiana Carla Bruni, pese a que, tras los reiterados excesos verbales de Berlusconi, esté madurando la idea de un definitivo afrancesamiento; la romana Chiara Civello, que vive, no obstante, de manera habitual en Nueva York; Fiorella Mannoia con una ya muy larga y excelente trayectoria musical; Laura Fedele, que hace una extraordinaria versión de un clásico de Tom Waits; la gran dama, una de las divas de la música italiana, Ornella Vanoni; la siciliana Patrizia Laquidara; la muy italiana, aunque neoyorkina de nacimiento, Rossana Casale; y, por último, Raffaella Destefano al frente del grupo Madreblu interpretando una pieza magnífica, Certamente, que aparecía en la banda sonora de la serie de televisión Los Soprano.




Cesare Pavese

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,
¡Qué impactante este programa! ¡Me ha conmocionado! No había leído nada de Pavese. En cualquier caso, y a pesar del impacto, jeje!!, lo haré.
Por ahora, me quedo con la música. Singularmente Marinella Ollino. No tanto Carla Bruni...

Saludos

Anónimo dijo...

Desgarrador, tremendamente desgarrador.
A pesar de su misoginia,el texto es impactante,conmovedor.
Un acierto esas voces femeninas.
Como siempre, magistral Alberto.

P.D.esta semana no dirás que no te escuchamos o que no nos ha gustado el programa.!Eres un vanidoso!.

Anónimo dijo...

Es que es la mismidad de los leones, María, así como la de los virgo (pavese lo era) ser un pelín cascarrabias (sin acritud)....:)
Eso unido a su particular y azarosa vida, hacen los mordaces textos con los que nos deleitó Alberto.
Maravillosas melodías para una noche sosegada...
Un saludín

Alberto San Segundo dijo...

Gracias Xana, María, ¿Ítaca?, una vez más, por la amabilidad de vuestros comentarios.
Y sí, soy un poco vanidoso... pero claro, si uno hace un programa de radio, espera ser escuchado... (aunque es cierto, yo lo espero un poco más... en fin, restos de una adolescencia nunca del todo superada)
Un saludo a todos...

Anónimo dijo...

¿Justificando a Pavese, La Xana?
(¡pobres virgo!)

Susana Delgado Ibáñez dijo...

Precioso, para variar... je

Anónimo dijo...

Sí, Ítaca, qué despistada. Siempre con prisas...se me olvida firmar.

ÍTACA

Saludos

Alberto San Segundo dijo...

Gracias también a ti, Susana. Espero que el programa siga pareciéndote precioso.

Anónimo dijo...

estoy muy de acuerdo en la vision misogena de cesare,aunque soy un vanidoso.