martes, 8 de diciembre de 2009


TOM WAITS. EN LA OSCURA Y NEURÓTICA NOCHE AMERICANA

Ayer, siete de diciembre, Tom Waits cumplió sesenta años. El programa de esta semana de Buscando leones en las nubes continúa con la serie de homenajes que a lo largo de un año hemos dedicado al californiano con la excusa de su aniversario pero con la mucho más poderosa razón de celebrar su inmenso talento artístico. En la emisión de ayer han sonado versiones de algunas de sus piezas más representativas en las excelentes interpretaciones de músicos muy diversos, pertenecientes a países y épocas y estilos bien distintos, en lo que constituye una buena prueba de la enorme y profunda capacidad de influencia de Tom Waits en el ámbito de la música popular. Así, podéis recrearos con Claudia Bettinaglio, suiza, que procede del mundo del blues, y con la ecléctica italiana Laura Fedele, tan cercanas al universo de Waits que han publicado, ambas, discos completos de versiones de sus canciones; con la leyenda del rockabilly Lee Rocker; con la elegante y distinguida diva del jazz Diana Krall; con Jane Birkin, auténtico mito de la música francesa; con la cantautora de Los Ángeles Eleni Mandell, una de las artistas preferidas del propio Tom Waits; con la cantante gospel Ashley Cleveland; con la brasileña Cibelle, una artista multimedia, que frecuenta la música electrónica; con el ya clásico Johnny Cash; y, para terminar, con dos intérpretes de Gran Bretaña: Christine Collister, que se desenvuelve con soltura en los territorios del jazz, el blues y la música folklórica, y la venerable Linda Thompson, auténtica leyenda del folk británico. Reparad, vuelvo a insistir, en la variedad de registros en los que se mueven los admiradores de Tom Waits, y fijaos además, escuchando sus interpretaciones, en cómo cada uno de ellos conserva su personalidad pese al indiscutible nexo común que suponen las canciones del californiano.

En el terreno literario (término algo excesivo dado el tono y el propósito último de los textos) continúo ofreciéndoos fragmentos del libro Tom Waits: conversaciones, entrevistas y opiniones, escrito por el norteamericano Mac Montandon y publicado por Global Rhythm. Se trata de una recopilación de comentarios entresacados de diversas entrevistas realizadas a Tom Waits a lo largo de más de treinta años por diferentes medios de comunicación de todo el mundo. Anécdotas, opiniones llamativas, exabruptos, singulares análisis de la realidad, reflexiones varias sobre los procesos de creación artística, sobre el universo musical, sobre su propia carrera profesional, sobre la existencia en general, debidas a un Tom Waits mordaz, irónico, que se muestra a menudo provocador y sarcástico, muchas veces esquivo, con frecuencia burlón, y casi siempre ocurrente e ingenioso.

El complemento del programa en la ya habitual sección de vídeos lo integran esta semana tres estupendos que recogen canciones radiadas en la emisión de ayer. Espero que esta selección no provoque tantas reticencias como la aparición, al parecer ‘irreverente’, de Scarlett Johansson hace siete días, aunque quién sabe... En primer lugar escuchamos a la algo fría y estirada y sin embargo magnífica Diana Krall haciendo una recogida y notable interpretación del Temptation. A continuación Jane Birkin con Sharleen Spiteri, esta vez sin sus Texas, cantando Alice a dúo y en directo en una filmación bastante defectuosa pero que permite disfrutar de la espléndida canción. Y para terminar, una dulcísima Cibelle en una versión perfecta de Green grass.




Tom Waits. En la oscura y neurótica noche americana

5 comentarios:

susa dijo...

Quién sabe, Alberto. A lo mejor ahora recaen las quejas sobre Sharleen Spiteri, para mí todo un "cañón de mujer". Para transmitir no hace falta saber cantar, solo hay que saber interpretar, tener "ángel". A veces hasta desafinar puede pasar desapercibido ante una buena puesta en escena. Pero claro, no todos saben entenderlo, buscamos la perfección en el arte y la creatividad está reñida con lo cánones estipulados. Genial Tom Waits. Ah¡, lo olvidaba, en mi caso que no tengo habilitados los comentarios en el blog a que tipología de bloggers perteneceré? Esto me ha quedado intrigada....

Anónimo dijo...

Efectivamente, un programa genial, sin un pero.


No sé a qué tipo de blogger pertenece usted, Susa. Puede que solamente a los que emiten elogios. Ah, y por supuesto, a los que utilizan mal el verbo quedar.

Alberto San Segundo dijo...

Vaya, vaya… ¡¡¡y este inteligente y delicadísimo comentario procede (presumiblemente; el anonimato permite muchas ligerezas innobles, como negar la autoría de lo que se escribe, o producir una misma persona textos diversos y hacerlos pasar como nacidos de plumas distintas, o hacer que el que replica no sepa a quién se está dirigiendo de verdad… vamos, el ideal del diálogo civilizado), procede, digo, de quien en su última intervención en el blog escribe A mi y erroneamente (ambas sin tilde) y que perpreta construcciones sintácticas ciertamente descabaladas (Una vez expuesta mi forma de entender los comentarios en este mundo virtual, le contesto a lo que refiere usando, a mi modo de entender, erroneamente, el amplio espectro de lo que se entiende como MÚSICA)!!! Vaya, vaya… todos nos equivocamos, evidentemente, pero qué buen ejemplo de lo de la viga y la paja...

Pero lo importante, más allá de las formas, del exabrupto avieso y cobarde, de la bajeza del argumento ad hóminen (¿debiera decir, en aras de lo políticamente correcto, ad mulierem? Creo que no, la Academia no lo avalaría)… lo importante, insisto, es el fondo del asunto. Es decir: quien de manera sincera y natural, espontánea y libremente se pronuncia de un modo elogioso acerca del blog es un vendido, carece de criterio, pertenece a la inmensa tipología de los que les bailan el agua a los bloggers, a los pobres estúpidos que sólo ‘sobetean’, que sólo escriben para colmar la narcisista necesidad de alabanzas de los autores de las páginas respectivas. Pero en cambio -ay, qué lástima que sólo haya unos pocos de estos privilegiados- aquellos que critican (no, rectifico, no critican: descalifican e insultan: eso sí, veladamente), ellos no, ellos son la genuina representación de lo que significa la libertad de expresión, los únicos que se mantienen incólumes ante los poderosos cantos de sirena del halago complaciente, del elogio fácil, unos cantos que los arrastrarían, si es que ellos no fueran íntegros e inteligentes y constructivos, a esa mediocre banda ancha del 95%. Vaya, vaya, curioso discurso el que dice: Yo te critico y ello es muestra de mi inteligencia, de mi amplitud de criterio y de mi libertad; tú lo haces conmigo y eres por ello un ignorante sin personalidad que se merece el insulto despectivo…

¡¡¡Y todo esto porque no te gusta Scarlett Johansson!!! ¡¡¡Dios mío, si llego a haber hecho alguna alusión personal!!!

Anónima amiga anti Scarlett-Johansson, no pensaba contestar a tu diatriba de hace unos días. Quería dejarla pasar, por contradictoria e inconsistente, no quería enconar los ánimos… sin embargo, esta indignidad tuya de hoy me hace reconsiderar mi posición… Intentaré argumentarte, sin exabruptos, sin insultos, con razones, por qué tus intervenciones en la estúpida polémica sobre Scarlett Johansson me parecen inconsecuentes. Lo haré, en cuanto pueda, en los comentarios correspondientes a esa entrada.

Saludos a todos (sobre todo a Susa, pese a no tener criterio alguno y ser sólo alguien insustancial sin capacidad para otra cosa que no sea emitir elogios falsos y vanos)

susa dijo...

Gracias Alberto. A mi el personaje Anónimo no me ofende, más bien me trae a la memoria la miel, el burro, la pedantería, la ignorancia, etc. Como esos no son conceptos agradables, lo dejaremos con esa afición destructiva que se enmascara tras su falta de identidad, tan palpable en cada una de sus palabras.
Bien sabemos los docentes que de donde no hay no se puede sacar por mucho trabajo y mucho empeño que pongamos en hacerlo.

Alberto San Segundo dijo...

En fin, Susa, gracias por tus intervenciones. En lo que de mí dependa doy por terminada aquí esta polémica que no acabo de entender.

Si en el fondo todo es muy sencillo: hay cosas que nos gustan y cosas que no, y no por ello hay que desautorizar a quienes no comparten nuestros mismos gustos. Todos somos imperfectos (¿también Scarlett?), todos nos equivocamos (yo mismo acabo de trabucarme en 'perpetrar')... ¿y qué?... ¿se me debe de excluir del universo mundo? En fin, reitero, aquí cabemos todos (o eso creo).

Por cierto (y, creedme, no quiero provocar), escuchad el single del último disco de la Johansson con Pete Yorn. Se títula Relator y está muy bien, suena muy fresco y ella, como siempre, resplandeciente (él también me parece atractivo; lo digo por compensar, no está el horno para bollos... qué va, es broma, me lo parece realmente):

http://www.youtube.com/watch?v=g2r8uMPCnRc

http://www.youtube.com/watch?v=a18_CTjKo30

(por partida doble, además)