martes, 6 de diciembre de 2011


AMOR EN VENTA


Hoy os traigo la segunda parte de la serie que iniciábamos hace siete días con un mismo tema monográfico, el de la prostitución, como eje central. Aunque Buscando leones en las nubes es un programa de música y literatura, y así será también esta semana con el protagonismo principal de poemas y canciones, de un modo tangencial también pretendemos suscitar el debate o alentar las reflexiones que ya están en la opinión pública. Y la polémica acerca de la prostitución, con sus muchas facetas y posibles enfoques es, sin duda, una de las controversias teóricas o incluso ideológicas e intelectuales más conflictivas y enconadas en estos tiempos de insulsa corrección política. El pasado viernes volvíamos a tener una muestra en Kiev, a las puertas del local en donde se celebró el sorteo para la próxima Eurocopa de fútbol, con la simbólica y muy reducida manifestación en contra de la legalización transitoria de la prostitución durante el campeonato. ¿Debe regularse la prostitución?, ¿accederán algún día sus profesionales a la prestaciones de la Seguridad social?, ¿tienen que ser perseguidas -por el contrario- sus practicantes (no siempre mujeres, como acertadamente se escribía aquí en un comentario la semana pasada), condenados sus clientes?, ¿el inicuo tráfico de personas, la inmoral trata de blancas, la cruel explotación de mujeres son fenómenos que irremisiblemente deben asociarse a la prostitución o cabe la opción libre de quien voluntaria y conscientemente elige esta forma de vida?, ¿deben igualarse de modo indiscriminado en todos las casos los acciones políticas, legales y policiales frente a esta realidad? Adelantaba hace siete días que, a título personal, salvo excepciones muy singulares, me parece deleznable pagar para obtener sexo, doblegar la voluntad de otra persona que en condiciones normales no admitiría el contacto sexual con alguien a quien sin embargo se entrega por una más o menos acuciante necesidad de dinero (vuelvo a mis viajes: jóvenes bellísimas, casi niñas, de piel tersa y resplandeciente, de cuerpos ondulados y elegantes, en Kenia, presumiblemente ‘compradas’ por días, acompañando a ancianos decrépitos y renqueante durante todo su periplo turístico; chicos de piel morena, de ojos luminosos y encendidos, de negra cabellera ensortijada, de la mano en Marrakesh de desvencijados carcamales orgullosos de su ‘éxito’; gañanes groseros y primarios, apenas abandonada su etapa neardentalense, apropiándose con obsceno regocijo de los cuerpos de mulatas deslumbrantes, en Cuba). Pero, en fin, se trata de cuestiones complicadas y espinosas que desbordan el objeto natural de nuestras emisiones, centradas como digo en los más plácidos territorios de la música y la literatura.

En el terreno literario, os leeré, una vez más, versos extraídos de la antología titulada Puta poesía, que publicó la editorial Luces de Gálibo, en edición de Ferrán Fernández. En ella se incluyen varias decenas de poemas que abordan el mundo de la prostitución desde muchas de sus diferentes perspectivas. Os confieso que, en general, no me parecen obras de una excepcional calidad, aunque sí son poemas más que dignos y contienen emoción y sensibilidad y el atractivo suficiente como para disfrutar de su lectura. En particular, esta semana, los versos leídos han sido escritos por Juan Pardo Vidal, Jaime Fernández Muñoz, Karmelo C. Iribarren, José Luis González Cáceres, Pablo Casares, Saray Pavón, Julio Más Alcaraz, Isabel Bono, José María García Martín, Nuria Mezquita y José María Cumbreño.

Desde el punto de vista musical, y como parece obligado, las canciones que suenan -esta vez más vivas y animadas que las de la semana pasada- también reflejan en sus letras ese algo ambiguo aunque casi siempre sórdido universo del comercio carnal. Se trata de estupendas piezas, algunas con más de cuarenta años a sus espaldas, interpretadas por Donna Summer, Blondie, The Rolling Stones, Genesis, Bruce Springsteen, Jethro Tull, Patty Labelle, Bob Seger, Tina Turner, Queen y Joan Osborne.

Para cerrar esta entrada (mera reiteración de lo comentado en el programa, pero estoy muy ocupado estos días) os ofrezco un texto que también he leído en la emisión. Titulado Toulouse-Lautrec y escrito por José María Cumbreño, nos introduce en el mundo de un pintor que en su obra recreó constantemente, con una mirada cercana, compasiva y hasta cariñosa, a sus amigas prostitutas, a las que retrata con piedad y ternura en su vida cotidiana. Para completar la indagación en la interesante vida del artista francés, os dejo también un enlace a una espléndida página sobre el pintor, algunas de cuyas obras sobre las interioridades de la vida en los prostíbulos ilustran estos comentarios.

En la vida y la obra de Toulouse Lautrec se centra también el muy sugestivo documental del Canal Historia que os ofrezco, dividido en cinco partes, en nuestra habitual sección de vídeos.


Toulouse-Lautrec
 
En la antigüedad (Dios aún andaba en casa de todos), los pintores cuya obra alcanzaba el favor de sus coetáneos enseguida recibían encargos para decorar iglesias, basílicas o catedrales. Obviamente, temas tan elevados (se debía trabajar en la mayoría de las ocasiones subido a un andamio) exigían que fuesen los artistas de mayor prestigio quienes los tratasen. Lo primordial era despertar la fe del pueblo a cualquier precio. A tal efecto, no había que pararse en barras (poco importaba la catadura moral del elegido) ni escatimar gastos. Ya se pasaría luego el cepillo entre los feligreses y asunto concluido.

Hay que ver cómo cambian los tiempos.

Corría el año (no me atrevo a decir que del Señor) de 1892, cuando a Toulouse-Lautrec le pidieron que pintara unos cuadros con el fin de colgarlos en el vestíbulo de un burdel parisino muy famoso. La serie consta de dieciséis piezas.

En ellas se exhibe la imagen de distintas mujeres, en la cama, besándose (muchas de las pupilas de aquel tipo de establecimientos practicaban el lesbianismo) o insinuando (y sin insinuar) el inicio de un escarceo sexual. Los lienzos servían como reclamo, puesto que no se buscaba sino animar a los clientes a que subieran a las habitaciones con alguna de las muchachas. El negocio era el negocio.

Un número considerable de trabajos de Toulouse-Lautrec recrean el motivo de la prostitución. Lejos de lo que pudiera parecer en un primer momento, la insistencia en ese tema no es fruto de una mente podrida. Más bien, él siente por las mujeres que se dedican al oficio algo parecido a la piedad. Las retrata en actitudes cotidianas (subiéndose las medias, jugando a las cartas mientras aguardan, aburridas, la llegada de los parroquianos o pasando el obligatorio reconocimiento médico), lo que las convierte en seres próximos, tan indefensos y humanos como el resto de los mortales. Nada que ver con esas representaciones de santas de mirada perdida, mártires que soportan el suplicio sin una queja y vírgenes inalcanzables de tan puras, castas y perfectas.

María Magdalena, tú que conociste el peso de los hombres, ruega por nosotros.

5 comentarios:

Fely dijo...

¡QUE TEMA ALBERTO! ¡No por viejo pierde actualidad!
Es noticia en este mismo momento por TV el desmantelamiento de una red mafiosa dedicada a la explotación y esclavitud sexual de hombres jóvenes.
Y en imágenes distintas, el maltrato y agresiones a las que son
sometidas las mujeres “que hacen la calle”.
El problema que el oficio mas viejo del mundo no solo se ejerce por dinero y necesidad del que se prostituye, que de alguna manera se hace libremente, lo que nos rasga el alma a muchos es la prostitucion a la fuerza, el esclav@ obligado por mafias que se enriquecen y que los consideran animales de lucro, y están aquí, en nuestro mundo “pulcro y maravilloso”.
Como ya indico una comentarista la semana pasada, hay muchos mundos y submundos en la prostitucion, y algunos son terribles,inadmisibles.
¿La regularización de la prostitucíon acabaría con su miseria y podredumbre?, ¿o daría igual? . Aquí también existe la ley de la oferta y la demanda.
Gracias por los programas.

Alberto San Segundo dijo...

Hola, Fely. Gracias una vez más por intervenir y por tus aportaciones, siempre interesantes.

... Y sí, es complejo el asunto y, como dices, contiene tantos mundos y submundos...

En fin, más allá de los argumentos (siempre discutibles) he querido traer -como siempre- bonita música e interesantes palabras para conformar una hora agradable... En definitiva, esto es un simple programa de radio...

Gracias y hasta cuando quieras volver con tus comentarios...

Anónimo dijo...

Albertoo!!
estoy leyendo un libro de Alejandro Jodorowsky de pequeños haikus muy interesante: todas las piedras de la colección Ediciones Obelisco.
A ver si te gusta.
Un saludo grande,
La buscadora de leones en las nubes.

Anónimo dijo...

Un bonito programa de radio y de reflexionar sobre estos temas. La pobreza llega hasta límites insospechados. Algunos textos escuchados son desgarradores y muy de actualidad. Todo esto lo has arropado con un tinte musical bien elegido. Enhorabuena por el programa. Gracias por darnos al menos una hora para pensar, reflexionar,... sobre episodios de la vida actual que por el trajín del día a día nos olvidamos de ellos, no por ello, menos importantes.
Un saludo

Alberto:)

Alberto San Segundo dijo...

Gracias una vez más (con retraso, como siempre) por vuestros comentarios.

Un saludo, Alberto y Buscadora (tiene buena pinta el libro de Jodorowsky)