martes, 5 de abril de 2011


ALGUIEN QUE NO SOY YO

Una semana más continuamos hablando del yo, de la identidad, en Buscando leones en las nubes (especialmente satisfechos por el interés que parece haber despertado el tema entre los seguidores habituales de este blog). Pero si hace siete días nos acercamos a nuestro motivo central desde una perspectiva narrativa hoy, en cambio, optamos por la poesía. En esta edición del programa podréis escuchar poemas de diversos poetas españoles e hispanoamericanos que han escrito acerca de la identidad y de algunos de sus temas adyacentes: del yo y sus confines, de las máscaras que nos conforman, del extrañamiento, de la ajenidad, del doble, del repertorio de hombres distintos que a lo largo de una vida caben en un solo hombre. Pablo Neruda, Francisco Brines, Octavio Paz, Juan Antonio Ramírez, Justo Navarro, Andrés Trapiello, María Sanz, Carlos Marzal, Jorge Valenzuela, Idea Vilariño, Félix Grande y Aurora Luque son los inspirados autores de los versos leídos.

Desde el punto de vista musical he buscado canciones de temática no directamente asociada al referente monográfico de nuestro programa, pero cuya belleza, aparte de su tono melancólico, de su aire recogido, de su dulzura intimista, permite recrear una atmósfera propicia para el disfrute de los textos. Keren Ann, Amos Lee, Rumer, The Watson Twins, Daniel Martin Moore, Lucinda Williams, Olenka and the Autumn lovers, Morcheeba, Sade, Thievery Corporation, Kurt Wagner con Cortney Tidwell y los magníficos Soap and Skin (para mí, una de las grandes sorpresas de la temporada), son los intérpretes presentes en la emisión. Se trata de piezas, en casi todos los casos salvo los de Morcheeba y Thievery Corporation, muy recientes, extraídas de los últimos discos publicados por los diferentes cantantes y grupos.

De algunos de ellos os dejo también vídeos, como casi siempre grabados en actuaciones en vivo, en las que a menudo se ofrecen matices distintos a los de la versión registrada en disco. Es el caso de la interpretación acústica de All the beautiful girls hecha por Keren Ann; de Violin, cantada por Amos Lee en el show de David Letterman; de la preciosa Blackbird recreada en un pequeño local por Rumer, cuyo estupendo disco de debut irá apareciendo poco a poco en Buscando leones en las nubes; de Just like heaven, esa maravilla, un clásico ya, de The Cure (que también se merecen un monográfico), en las voces de The Watson Twins; de Born to be loved, para mi gusto una de las más bonitas canciones del último álbum, de título Blessed, de Lucinda Williams; y, para cerrar la sección, de Motel blues, cantada en directo por Olenka Krakus y un grupo de amigos canadienses.

Para completar el debate sobre los difusos límites de nuestra identidad (de los que el genial y torturado autorretrato del magnífico Egon Schiele que preside esta entrada resulta ser una excelente ilustración) os ofrezco un breve y como siempre inteligente texto de Félix de Azúa en el que reflexiona sobre dicha cuestión, sobre la condición narrativa del ser humano y, en lógica consecuencia, sobre la indispensable necesidad de la literatura en nuestras vidas.

¿Por qué razón debería un adolescente leer literatura no deportiva? Y respondo: porque hay que aprender a narrarse a sí mismo. Usted, lector mío, es una novela. Coja una foto suya de hace diez años y otra de hace veinte, luego pídale a mamá la de la primera comunión. Compárelas y busque alguna relación entre las imágenes. ¿Cree que aquel niño, el adolescente posterior y el actual contribuyente forman una unidad? ¿Son la misma persona? ¿No será más bien un protagonista, o sea, un nombre propio? Entre el niño de seis años, el adulto de veinte y el maduro de cuarenta no veo yo otro nexo que la memoria. Recordamos haber sido aquel niño y luego el adolescente, a pesar de que entre ambos apenas hay nada en común, ni física, ni intelectualmente. Ese recuerdo llamado una vida no es sino un relato, tan ficticio como cualquier novela, pero igualmente verosímil. Estamos hechos con la materia de los sueños, es decir, con un torrente de palabras que embalsa en algunos momentos decisivos y poéticos. Descartes, Shakespeare y Cervantes nos enseñaron a ser yo, ellos inventaron el modo moderno de narrar una vida. Y sólo podemos ser nosotros mismos mediante un relato que resulte verosímil y comprensible para los demás. Vivimos nuestra propia novela y la escribimos cada día. Cuando la literatura ya no exista, habrá desaparecido también un modo de representar a los humanos.




Alguien que no soy yo

4 comentarios:

La que necesita respuestas dijo...

¡¡EL AUTORRETRATO ILUSTRATIVO DONDE LOS HAYA !!
No somos una ciencia exacta ,somos humanos con lo que eso conlleva:
-Recovecos difíciles de descifrar.
-Inteligencia (a veces me pregunto si somos tan inteligentes al querer saber todo de la psique humana).
.Creo que nunca sabremos todo.
-Somos seres sociales¡¡aquí esta el quit de la cuestión!!.Nos ponemos la mascara para agradar a los demás(lo que se llama ser politicamente correctos o al revés no se ).Me pregunto ¿Cuanto y a cuantas personas defraudamos cuando se nos cae la venda?.¿no es una contradicción ?.
Evidentemente no somos los mismos a los 18 años ,a los 40 años etc evolucionamos con las distintas etapas de la vida.
¡YO! me pregunto.
-Si vivimos solo para el mundo exterior ¿como vamos a saber como somos ,nuestra identidad?
-Si la identidad es algo intrínseco a la persona ¿que ocurre cuando piensan por nosotros?
-¿evolución fisiológica paralela a evolución de identidad ?.
-¿no seria mas inteligente, o al menos ,mas razonable pensar en lo que nos ocurre en el día a día ,que meternos en recovecos de la psique humana difíciles de entender?

Necesito respuestas

Anónimo dijo...

Como persona que soy me pregunto:
-¿Tendremos segundas oportunidades a las que hayamos rechazado en esta vida?
- ¿Seremos los mismos a los 20 que a los 50?
- ¿Cambiaremos el comportamiento, dándonos cuenta de lo que hicimos y el mal que hicimos cuando queríamos de todo por capricho, haciendo daño a todo aquel (aunque fuera muy sensible) que se encontrara por el camino?
Es la lógica de la vida, de la persona, como soy yo, como quiero ser o como me han querido intentar ser.
-¿ De verdad, será imprescindible abusar de la personalidad hasta un legado extremo?

Sólo necesito que se reflexione.
Es algo que me saca de quicio y que no logro entender.

P.D. Programas fantásticos.

Anónimo dijo...

Respuesta a la 1º Pregunta :No
Respuesta a la 2º Pregunta :No
Respuesta a la 3º Pregunta :No

A los 20 se piensa de una manera...y a los 50 es dificil pensar como a los 20...se acaba la vida y las oportunidades quedarón en el camino y las personas que amabas murierón.

Eso es la vida

Alberto San Segundo dijo...

Como siempre, gracias por los comentarios.

Un saludo