martes, 6 de marzo de 2012


LOS OJOS ARDIENDO COMO FAROS

Al igual que hace siete días, Buscando leones en las nubes os ofrece esta semana un emisión “cinematográfica” a partir de la excusa de la ceremonia de entrega de los Oscars celebrada el pasado 26 de febrero. Entonces -en la vertiente literaria del programa- os presentamos una primera serie de poemas de autores españoles que tenían en el cine, en el deslumbramiento, en la ilusión, en el encanto de la sala oscura, su centro, su motivo principal. E igualmente, en la parte musical de nuestra emisión, fueron saliendo al aire preciosas piezas de jazz pertenecientes a la banda sonora de algunas celebradas películas de la musicalmente fecunda historia del cine. Pues bien, esta semana continuamos, como os digo, con esa misma línea, en una segunda y espero que atractiva incursión literaria y musical de nuestro programa en el universo cinematográfico.

En el ámbito literario, seguimos con poemas extraídos de algunas muy interesantes antologías sobre el tema: los dos números de la revista Litoral consagrados al cine, publicados en el año 2003 con los títulos respectivos de La poesía del cine y Los poetas del cine. Además, la imprescindible recopilación Viento de cine. El cine en la poesía española de expresión castellana (1900-1999), que se presentó en 2002 en la editorial Hiperión, con una atractiva introducción e interesantes notas del también poeta y novelista José María Conget. En el programa de esta semana suenan versos de José María Álvarez, Manuel Sánchez Chamorro (que por un error mío repite en ambos programas; mi pretensión inicial era ofrecer nombres nuevos en cada una de las emisiones) Juan Luis Panero, Carlos Marzal, Pere Gimferrer, José Manuel Benítez Ariza, Amalia Bautista, Antonio Martínez Sarrión, Juan Bonilla, Luis García Montero y Pedro Sevilla.

En la vertiente musical os encontraréis con los sugestivos ecos de algunas piezas que pertenecen a distintas bandas sonoras de películas en las que el jazz, de manera principal y protagonista o secundaria y como mero acompañamiento o ilustración de fondo, forma parte del film. Se trata de The bed, con Herbie Hancock, en Blow up, el clásico de Michelangelo Antonioni basado en un cuento de otro escritor amante del jazz, Julio Cortázar; Laura, con el saxo de Charlie Parker en Bird, su biografía fílmica, otra gran película de jazz dirigida magistralmente por Clint Eastwood; On the sunny side of the street, con otro maestro, Lester Young, que suena en la excelente American Splendor, de Shari Springer Bermanen; I love you for sentimental reasons, recreada por la excepcional voz de Ella Fitzgerald que aparece en Paseando a Miss Daisy, de Bruce Beresford; Mood indigo con el clarinete de Bob Wilber contribuyendo a dibujar el ambiente del Nueva York de los años 20 en Cotton club, de Francis Ford Coppola. Theme from Susannah, en el que escuchamos al saxo de Ben Webster jugando entre las notas del piano de Oscar Peterson, en la música de la película Testigo silencioso, de Daryl Duke; That’s all it was, con la siempre delicada Eliane Elias, que aparece en Calle 54, de Fernando Trueba (del que os recomiendo también la banda sonora de su reciente y magnífica Chico & Rita, una conmovedora historia de amor en la Cuba de Batista, que se narra entre deliciosas e inspiradas canciones de jazz, con la notable presencia de Bebo Valdés como referencia musical esencial; de ella os dejo, en la sección final de vídeos, su canción principal, Lily, en la desgarrada interpretación de Estrella Morente); I wish I knew, con otro grande, John Coltrane, en El Rey Pescador de Terry Gilliam; Suzie & Jack, en la que el intimista saxo de Dave Grusin contribuye a crear la intensa atmósfera de Los fabulosos Baker boys, de Steve Kloves, con una Michelle Pfeiffer deslumbrante; Round midnight, con Thelonius Monk (al que olvidé citar en la emisión radiofónica), que suena en El demonio vestido de azul, la estimable película de Carl Franklin a partir de la novela del mismo título de Walter Mosley, cuya serie negra, publicada por Anagrama y protagonizada por el detective Ezequiel “Easy” Rawlins, os recomiendo vivamente; Body and soul, en la que el saxo aterciopelado (perdón por el topicazo) de Coleman Hawkins puede escucharse en El color púrpura, otra de las grandes obras de Steven Spielberg.




Los ojos ardiendo como faros

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al hilo de aquellas tardes de domingo de mi niñez donde el cine era el lugar más esperado de toda la semana.....
Y, se apagaban las luces y se encendía aquel magestuoso haz que se convertía en imagen.
Creo que pude ver todas las de "romanos", "oeste", las de Marisol, los hermanos Marx, Chaplin....Con todas experimenté el "descanso"= "visite nuestro bar" que era la oportunidad de "cambiar de rollo" (tal como aparece en Cinema Paradiso)y que irá siempre ligado a mi afición por el regaliz blando.
Después vinieron los tiempos de Hitchcock, Ernst Lubitsch y su "To be or not to be", Francois Truffaut y "Jules et Jim", o "El director de Orquesta", de Wajda, "El tambor de Hojalata" de Scholondorff. "El Árbol de los Zuecos", de Olmi o "Confidencias" de Visconti...y, los hermanos Taviani, Costa Gabras y Werner Herzog , Akira Kurosawa y,"De repente el último verano" de Mankiewics , Kubrik , Coppola, Bardem, Buñuel ,Erice y, no quiero olvidarme de Denys Arcand y "El declive del imperio americano".... y es que tuvimos una oferta interesantísima . No sólo porque nos llegaba cine de todos los países si no por la creación de Cine Clubs, foros, semanas en versión original, etc que hicieron interesarnos aún más por el análisis del mismo ( !claro que también nos tragamos muchas soporíferas!).
En fin, gracias a tus dos programas,he pensado en todo ello y, me ha gustado repasar un montón de películas.
María

Anónimo dijo...

Me permitís corregir un error, estamos en el siglo 21 no en los 80, quiero decir, no existe dia de la mujer trabajadora es dia de la mujer, a secas, aunque días deberían ser todos, pero bueno, no entrando al tema, trabajadoras somos todas, es como si dijéramos Día del hombre trabajador, lo mismo.
No es que me haya sentido ofendida, Alberto, ni mucho menos, es solo que comenzemos a cambiar la mentalidad del siglo 21 y dejemos de tener ciertos comentarios machistas.

Alberto San Segundo dijo...

Gracias, María, por tu nueva y emotiva evocación de las maravillas del cine (tantas veces asociadas, por desgracia -en mi caso-, al pasado).

Con respecto a la segunda comentarista, gracias también por corregirme el error, un matiz en el que no había pensado y que, en efecto, resulta pleno de sentido. Otra cosa es la mención a que ello -la denominación incorrecta de la festividad- pueda asociarse de modo automático a un fenómeno machista, lo cual me parece excesivamente reduccionista...

Gracias a todos, no obstante, por vuestro interés...