martes, 17 de julio de 2012


ALGUNA VEZ PUEDES CONSEGUIR LO QUE QUIERES

El tercer programa de la serie que Buscando leones en las nubes dedica a los Rolling Stones con ocasión de su quincuagésimo aniversario, se centra esta semana de manera exclusiva en el memorable concierto del 7 de julio de 1982 en el estadio Vicente Calderón de Madrid. Y digo memorable y hablo en sentido literal: digno de permanecer, como efectivamente ocurre, treinta años después, en la memoria de quienes allí estuvimos. Recuerdo (a lo que se ve, una de mis palabras favoritas), más allá del concierto, el inenarrable viaje de Vigo a Madrid en mi R5 recién comprado, una lata mínima en la que, soportando mi conducción temeraria, se apretaban mi novia de entonces (un beso, Belén, no sé si leerás esto), la dulcísima María (¿qué será de ti, hoy, con más de cincuenta años?) y dos simpáticas amigas, Mercedes y otra cuyo nombre no viene ahora a un cerebro que empieza a deteriorarse. En fin, ya véis cuánto me gusta deleitarme en la nostalgia...

A lo largo de esta edición y de la del lunes próximo vais a poder escuchar todas las canciones que los Rolling interpretaron en aquella legendaria sesión. Ello, esta exigencia, me obliga a dos precisiones aclaratorias. La primera es que, como consecuencia de esta constricción que me impongo, no queda más remedio que repetir un par de temas ya emitidos en ediciones precedentes, las dedicadas a los álbumes Aftermath y Sticky fingers. Del primero de ellos, volveremos a oír Under my thumb, con cuyos pegadizos sones comenzó, repleto de energía, el multitudinario concierto. Del segundo sonará, pero ya la semana que viene, Brown sugar. El resto, veintidós canciones más hasta completar el listado original de aquella noche mágica, serán piezas no emitidas en el programa y que por lo tanto podréis disfrutar por primera vez de un modo aún no explorado en Buscando leones en las nubes. Por razones de composición y estructura de la emisión, no respetaré, más allá de un hilo conductor más o menos fiel al original -y este es mi segundo aviso preliminar-, el orden en el que fueron interpretadas aquel ardiente -en todos los sentidos- siete de julio.

Los textos del programa remiten también a aquella fecha y a aquel acontecimiento. He escogido y entremezclado fragmentos de dos crónicas publicadas en El País al día siguiente del concierto, el 8 de julio de 1982. La primera, Leyendas vivas en una gran noche, la firma el que fue durante mucho tiempo crítico de música del periódico y de otros medios, José Manuel Costa. La segunda, Se puede tener alguna satisfacción, se debe a Juan G. Bedoya, otro clásico del rotativo madrileño al que aún nos podemos encontrar en sus páginas. De los reportajes del periódico madrileño procede también la foto que ilustra esta entrada.

La desbordante aparición del grupo británico en los escenarios madrileños fue un acontecimiento de obvia importancia musical, pero también de extraordinaria significatividad sociológica (y buena prueba de ello es la cantidad de aproximaciones al fenómeno que vieron la luz aquellos días, tanto en el periodismo como en los medios de comunicación en general e incluso en la reflexión teórica). Con el frustrado golpe del 81 aún en nuestras mentes, con el PSOE a punto de llegar al poder, en una atmósfera de cambio y libertad, Mick Jagger y su banda se sumaron a la explosión de energía democrática que inundaba España y ofrecieron una actuación inolvidable, pura y libre y fresca e intensa vida para quienes allí estuvimos... o quizá se trataba, sólo, de que todos éramos jovencísimos y teníamos la vida por delante y estábamos llenos de sueños y amábamos y viajábamos y reíamos y hablábamos y cantábamos como si el tiempo no existiera y nunca fuera a acabar devorándonos. Time is on my side, repetían, ingenuos, los Rolling. Y en fin, no sé si de verdad estaba de nuestra parte, pero han pasado treinta años, han pasado ya treinta años de casi todo...

De esa amplia variedad de facetas desde la que puede contemplarse la actuación del grupo británico pretendo dar cuenta con esta amalgama de las canciones originales del concierto y de las reseñas periodísticas publicadas al día siguiente. Con estos dos programas pretendo trasladaros, en un ejercicio que para mí está, como digo, lleno de nostalgia, a la atmósfera casi inefable que se vivió en aquella noche de leyenda. Y para que el “transporte” sea lo más completo posible, os dejo también un vídeo de la época, un Informe semanal escrito por Antonio Gasset que incluye imágenes y sonido (muy defectuosos pero pese a ello extraordinariamente interesantes) del concierto y una algo delirante entrevista con unos Jagger, Richards y Wood quizá afectados por una alteración, ligera pero manifiesta, de su estado de conciencia.

Alguna vez puedes conseguir lo que quieres

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Incluso con 22 años, te gusta la música de los Rolling Stones, ¿ Ves Alberto? no todos los jóvenes somos iguales...;)

Anónimo dijo...

he estado escuchando algunos de tus programas...y qué puedo decir?? maravillosos!Tan sólo-si me permites-una crítica:un poquito menos de música y más textos por favor...Quizás no sea muy objetiva...pero no hay ninguna melodía como la cadencia de tu voz...

Gracias Alberto...

Besos mesentéricos

Alberto San Segundo dijo...

Gracias joven anónimo de 22 (¿no pensarás en serio que los tengo yo?), por tu esperanzador comentario.

Con respecto a la entusiasta segunda intervención, la de esa simpática anónima tan poco objetiva, sólo un breve recordatorio. Es cierto que para determinadas dolencias -sobre todo si se ha visto afectado el mesenterio- la medicina prescribe abiertamente el uso de las palabras (su escucha) como un método eficaz de curación ("Natural history of spontaneus rupture of mesenterio. Case report and literature rewiew". Ayer,I.M. President of the International College of Surgeons. European Federation. Venetian chapter). Déjame decirte sin embargo, amabilísima comentarista, que mi voz es un desastre, capaz de provocar más daño que los benéficos efectos que predica la siempre optimista ciencia médica. ¡¡¡Música, más música, eso es lo recomendable para conservarte sana!!!

Anónimo dijo...

Que va Alberto, mi epoca de ligue ya pasó jejje ;)

Alberto San Segundo dijo...

... ¡¡¡¡pues no te digo la mía!!!!