martes, 14 de mayo de 2013


IÑAKI URIARTE. LEER YA NO TIENE NINGÚN PRESTIGIO

Esta semana cerramos la serie dedicada a los Diarios de Iñaki Uriarte, de los que nos hemos ocupado también en las dos emisiones precedentes, con una nueva selección de fragmentos entresacados de la más que interesante publicación del escritor vasco, ya comentada suficientemente en nuestras anteriores ediciones. Os diré ahora, por ello, tan sólo, que los textos que protagonizan el programa tienen como hilo conductor uno de los temas favoritos de Uriarte, los libros, la lectura, lo cual -su fijación por los asuntos literarios- no puede extrañar en alguien que -simplificando un poco- desarrolla su vida entre las cuatro paredes de su casa, deleitándose en la lectura. De este modo, y con este motivo central, Buscando leones en las nubes aprovecha para festejar, un año más, la celebración en nuestra ciudad de la Feria del Libro. Con esa misma finalidad, resaltar los placeres de la lectura, el encantamiento y la magia que nos deparan los libros, os dejo también, al término de esta entrada, un revelador y emotivo texto de la escritora argentina Ana María Shua, a la que dedicamos un monográfico en Buscando leones en las nubes hace unos años.
 
Para completar las enjundiosas y siempre algo iconoclastas opiniones de Iñaki Uriarte sobre los libros, el programa os ofrece también una docena de estupendas canciones cuyo tono intimista contribuye a recrear una atmósfera de sosiego muy oportuna para la degustación de los textos. Morcheeba, Ballaké Sissoko, Paul Simon, Josh Rouse, Kellylee Evans, Beth Hart con Joe Bonamassa, Mark Kozelek, Allison Ann, Serena Spedicato, Ben Harper con Charlie Musselwhite, Zélia Duncan y Grant Lee Phillips (cuyo Fools god suena en el vídeo final) son sus inspirados intérpretes.
 
 
A los seis años alguien me puso en las manos un libro con un caballo en la tapa. Esa misma noche yo fui ese caballo. Al día siguiente ninguna otra cosa me interesaba. Quería mi pienso, preferiblemente con avena y un establo con heno limpio y seco. Nunca antes había escuchado las palabras pienso, avena, heno, pero sabía que como caballo necesitaba entenderlas. Durante una semana pude haber sido Black Beauty pero fui Azabache, en una traducción inteligente y libre. Fui caballo de tiro y caballo de alquiler, recibí latigazos, estuve a punto de morir, fui rescatado... y llegué a la última página. Entonces, con terrible dolor, volví a mi cuerpo y levanté la cabeza: el resto del mundo todavía estaba allí. “Deja eso que te va a hacer mal”, decía mi madre. “No se lee en la mesa”, decía mi padre. Entonces descubrí que podía volver a empezar. Y otra vez fui Azabache y otra vez y otra vez.       
 
Después descubrí que podía ser un pirata y muchos, y la ciudad de Maracaibo y ser hombre, manatí, horror o piedra. Lo que acababa de empezar en mi vida no era un hábito: era una adicción, una pasión, una locura.
 
Ana María Shua

 
 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"el amor rompe los límites creados por el pensamiento..."

¿¿será cierto??¿qué opinas Alberto?


Saludos y felicitaciones de una fiel seguidora que hoy se ha animado a participar.

Alberto San Segundo dijo...

Gracias, Anónima "seguidora", por haberte decidido a participar. Aunque este no es un blog al uso, con comentarios, réplicas y contrarréplicas, hilos argumentativos que se extienden, intercambio de opiniones, etc., siempre son bienvenidas (incluso para el ego de uno) las intervenciones de quienes lo siguen.

Con respecto al amor y su fuerza, yo soy un optimista y un romántico incorregible. A mi edad, aún creo -como un adolescente- que el amor, la pasión, la atracción irresistible que te ata a una persona, es la única verdad de la vida (la única verdad positiva, la otra es la muerte, Eros y Tánatos, las dos fuerzas que nos mueven). Y por ello creo que el amor rompe todos los límites, los del pensamiento, los de las convenciones, los de las predicciones de los agoreros, los de la -incluso- naturaleza. Pero, ay, ¡¡tantas veces no es así y la realidad me desmiente!!

Un saludo, pese a todo, enamorado

Anónimo dijo...

Gracias por tu respuesta Alberto!!imaginé algo más "aséptico"...y creo intuir una repuesta con un trasfondo muy personal que me suscita muchas "curiosidades"(me disculpo de antemano por ellas)...¿estarás enamorado? y emulando a Perales...¿y quién es ella?¿en qué lugar se enamoró de ti? ¿a qué dedica el tiempo libre?...

Saludos,al igual que los tuyos,enamorados...

Alberto San Segundo dijo...

Buenos días, curiosa Anónima

Curiosa... y de desmesurada intuición, no necesariamente acertada. En cualquier caso, uno puede, en este blog, ofrecer una parte de sí, llegar, quizá, a mostrar un hombro, u ofrecer insinuante unos pies al aire tras unas sandalias levísimas, o un atisbo de un pecho apenas entrevisto en la abertura algo desaliñada de los botones de una camisa, o el nacimiento de un brazo que se intuye en el movimiento descuidado e involuntario de una mano... pero de ahí al desnudo integral hay mucho trecho...

De manera que, dejándonos de metáforas, para acceder a tanta intimidad... habrá que buscar otro espacio...

Un saludo

Alberto