martes, 27 de mayo de 2014


AUTOBIOGRAFÍA FICTICIA

El programa de Buscando leones en las nubes de esta semana se acoge, como tantas otras veces en nuestra ya dilatada historia, al formato misceláneo, ese que mezcla, en una conjunción no siempre homogénea, canciones variadas y textos distintos, sin, a priori, un nexo común que les dé unicidad. Y ese era una vez más mi propósito -creedme- cuando empecé a elaborar la emisión, rastreando en mis interminables archivos fragmentos entresacados de lecturas de los últimos años para acomodarlos a temas musicales también recogidos pacientemente en horas y horas de escucha. Y sin embargo, a medida que iba creciendo la selección escogida, caí en la cuenta de que en todas las referencias literarias -no así en las musicales, efectivamente muy diversas- podía apreciarse un hilo conductor, una tenue línea que permite agrupar bajo un concepto unificador todas las reflexiones que aparecen en la hora de radio que ahora os ofrezco.
 
Y es que, de un modo u otro, todos los textos hablan de mí, dibujan un retrato, a veces muy escondido, a veces disfrazado, a veces en negativo, de mis preocupaciones, de mis deseos, de mis sueños, de mis ilusiones, de mis ideas, de mis frustraciones, de, en definitiva, mi personalidad. Mientras leo los muchos libros que entretienen mis -fuera de su magia- insulsas jornadas, suelo seleccionar en ellos ciertas frases, ciertos juicios, ciertos pensamientos que, al menos en el momento en que fueron leídos, conectan de un modo especial con las emociones y la sensibilidad que entonces, en ese instante singular, me definían, y que, precisamente por ello, me definen también ahora y, aun más, “son” yo. Y así ocurre en particular con los textos que integran el programa de esta semana, escritos -en contextos y situaciones que en su origen, obviamente, nada tienen que ver conmigo- por Susana Fortes, Paulino Masip, Maxence Fermine, Wallace Stevens, José Carlos Llop, John Maxwell Coetzee, Justo Vila, Winfried Georg Sebald, Imre Kertész, Felipe Benítez Reyes, Tulio Stella, Miguel Sánchez-Ostiz y José Avello.
 
Aunque también debo advertir, para quienes propendáis a un exceso de literalidad en la interpretación de la razón última de los programas -y sé que esto ocurre a menudo entre los seguidores más curiosos de Buscando leones en las nubes-, que el retrato de mí que aquí aparece es siempre algo difuminado, nebuloso, impreciso, y por tanto meramente aproximativo y general, nunca concreto y sí más bien etéreo. Será, pues, una autobiografía ficticia -si me aceptáis la figura retórica, cercana al oxímoron- lo que os vais a encontrar si os decidís a compartir conmigo los sesenta minutos que completan la emisión.
 
Y este peculiar y evanescente y algo mentiroso -en un sentido benévolo del término- retrato de mí mismo que han dibujado las palabras de los escritores citados, aparece entre las preciosas canciones de Billie Holiday, Van Morrison, Kings of Convenience, Ilya Serov, Ryan Adams, Laura Cortese, Riviére Noire, Amel Larrieux, Roseanne Cash, Adele, Solveig Sletahjell, Bonnie “Prince” Billy y A Fine Frenzy.
 
Y siguiendo con el tono autobiográfico, puedo decir que encuentro en Estudio de un hombre que habla, un cuadro de Francis Bacon, pintado en 1981, una representación fidedigna, desde una perspectiva obviamente metafórica, de mi difusa identidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Farfullas?

¡No me lo puedo creer!

¡¡Farfullas!!

Un fuerte, fuerte abrazo.

Alberto San Segundo dijo...

Evidentemente que farfullo... toda mi vida lo he hecho...

En fin...