martes, 26 de enero de 2016

 
BIOGRAFÍA DEL SILENCIO. UN VIAJE ESPLÉNDIDO
 
El tercer programa de la serie que estamos dedicando al silencio en este mes de enero se articula en torno a una nueva selección de fragmentos de Biografía del silencio, el interesante libro de Pablo D´Ors en el que se han centrado las dos ediciones anteriores del programa.
 
A partir de su propia práctica de la meditación, en las que nuestro tema protagonista desempeña un papel primordial, el autor nos presenta un amplio elenco de sugestivas reflexiones y profundos pensamientos de índole filosófica, moral, existencial, práctica, religiosa y hasta metafísica.
 
Entre ellos, temas instrumentales, esta semana pertenecientes al universo del jazz, que contribuyen a crear la atmósfera recogida y sosegada, íntima y relajada que asociamos habitualmente al silencio. John Coltrane, Brad Mehldau, Coleman Hawkins, Miles Davis, Errol Garner, Art Pepper, Joe Pass, Sonny Stitt, Oscar Peterson, Chet Baker, Joe Henderson, Jacky Terrasson, Ben Webster, McCoy Tyner y el genial Keith Jarrett, que ha estado en las tres ediciones de la serie, componen la excepcional banda sonora de este último programa de Buscando leones en las nubes dedicado al interesante libro.
 
 
Yo, naturalmente, no sé bien qué es la vida, pero me he determinado a vivirla. De esa vida que se me ha dado, no quiero perderme nada: no solo me opongo a que se me prive de las grandes experiencias, sino también y sobre todo de las más pequeñas. Quiero aprender cuanto pueda, quiero probar el sabor de lo que se me ofrezca. No estoy dispuesto a cortarme las alas ni a que nadie me las corte. Tengo más de cuarenta años y sigo pensando en volar por cuantos cielos se me presenten, surcar cuantos mares tenga ocasión de conocer y procrear en todos los nidos que quieran acogerme. Deseo tener hijos, plantar árboles, escribir libros. Deseo escalar las montañas y bucear en los océanos. Oler las flores, amar a las mujeres, jugar con los niños, acariciar a los animales. Estoy dispuesto a que la lluvia me moje y a que la brisa me acaricie, a tener frío en invierno y calor en verano. He aprendido que es bueno dar la mano a los ancianos, mirar a los ojos de los moribundos, escuchar música y leer historias. Apuesto por conversar con mis semejantes, por recitar oraciones, por celebrar rituales. Me levantaré por la mañana y me acostaré por la noche, me pondré bajo los rayos del sol, admiraré las estrellas, miraré la luna y me dejaré mirar por ella. Quiero construir casas y partir hacia tierras extranjeras, hablar lenguas, atravesar desiertos, recorrer senderos, oler las flores y morder la fruta. Hacer amigos. Enterrar a los muertos. Acunar a los recién nacidos. Quisiera conocer a cuantos maestros puedan enseñarme y ser maestro yo mismo. Trabajar en escuelas y hospitales, en universidades, en talleres... Y perderme en los bosques, y correr por las playas, y mirar el horizonte desde los acantilados.
 
En la meditación escucho que no debo privarme de nada, puesto que todo es bueno. La vida es un viaje espléndido, y para vivirla solo hay una cosa que debe evitarse: el miedo.


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