martes, 4 de octubre de 2022


NO VOLVERÉ A ESTAR SOLA 

El programa de hoy, el primero de una serie de dos que se prolongará hasta dentro de siete días, surge con una doble excusa que lo justifica por razones de oportunidad. Como sin duda sabéis, pues los medios se hicieron eco de ello de un modo bien notorio, Netflix estrenó, el pasado 28 de septiembre, Blonde, la película de Andrew Dominik basada en la novela del mismo título de Joyce Carol Oates que recrea literariamente la vida de Marilyn Monroe, interpretada en la cinta por Ana de Armas. La legendaria e infortunada actriz está, también, de relativa actualidad pues hace un par de meses, el 5 de agosto, se cumplieron sesenta años de su muerte tras una corta vida llena de luces y sombras. Dos motivos, película y aniversario, suficientemente poderosos para que me haya decidido a dedicar otras tantas emisiones al mítico icono, no sólo cinematográfico, del siglo XX. 

Quiero resaltar, en estas forzosamente breves palabras introductorias, un par de cuestiones preliminares que pueden resultar de vuestro interés. Por un lado, quiero remitiros a mi reseña sobre el libro de Oates, emitida en mi otro espacio de Radio Universidad de Salamanca, Todos los libros un libro, hace cinco días, el 28 de septiembre. En el blog del programa, todosloslibrosunlibro.blogspot.com encontraréis un muy extenso y entusiasta análisis de la formidable novela de la norteamericana, esencial para conocer a fondo la figura de la aclamada estrella hollywoodiense. 

Por otro lado, y ya en lo que se refiere al enfoque, el planteamiento y la estructura de estos dos programas, quiero recordar que hace diez años, cuando se cumplía el medio siglo de la muerte de Marilyn, dediqué aquí otras dos emisiones al gran mito erótico de nuestra modernidad. En ellas os ofrecí casi treinta canciones interpretadas por la propia actriz; algunas extraídas de sus películas y conteniendo por tanto fragmentos de diálogos, otras en las que sonaba la voz de otros cantantes, y las más con sólo Marilyn como protagonista. Voy a mantener, en el caso de la serie que ahora empieza, aquella misma selección musical, aunque acrecida, esta vez, con, en cada espacio, tres o cuatro temas no cantados por la actriz pero que se citan expresamente -bien sea el título, bien sus intérpretes- en la novela comentada. En el caso de la presente emisión, los artistas invitados son, The Andrew Sisters, Bing Crosby y Duke Ellington con Rosemary Clooney, pareja, esta última, encargada de interpretar la pieza que cierra el programa, Mood indigo, con una significación especial en el texto novelístico, además de representar, a mi juicio, una reveladora visión del alma de la muy desgraciada actriz. Es por ello por lo que lo he elegido para clausurar ambas emisiones de la serie. 

Este significativo aumento en la banda sonora de ambos programas, en relación con los de hace una década, se debe a la menor extensión de los textos con los que esta noche compondré la vertiente literaria del espacio. Quienes nos sigáis habitualmente -y disfrutéis de una muy buena memoria- recordaréis que en las emisiones de entonces os había leído fragmentos de una peculiar biografía de nuestra invitada. Con el título de My story y el subtítulo de Memorias de Marilyn Monroe, la editorial Global Rhythm había publicado a finales de 2011 un libro muy interesante que recogía un relato biográfico, narrado por el genial guionista de Hollywood Ben Hecht, en el que este reelaboraba y daba forma “literaria” a la transcripción de numerosas horas de conversaciones con la diva. Escrito en la primera persona de Marilyn, el libro, magnífico, permitía oír la voz de la mujer, de la siempre niña, de la desvalida, de la inocente, de la indefensa Marilyn Monroe. 

En el caso de esta noche, en cambio, los textos, mucho más breves -de ahí, insisto, la necesidad de aumentar el número de piezas musicales para poder redondear la hora de programa-, están extraídos del propio libro de Joyce Carol Oates. De carácter fragmentario y casi aforístico, las reflexiones, puestas, en su mayor parte, en boca de la propia Marilyn, salpican la narración, lineal y continuada, de la estadounidense complementando el hilo argumental que da cuenta de los hechos -en lo sustancial, cronológico y más o menos objetivo- con una suerte de contrapunto subjetivo que permite acceder al sentir íntimo de la estrella y en el que podemos percibir la peculiar y exacerbada sensibilidad de la legendaria y deslumbrante mujer.

No volveré a estar sola

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