lunes, 8 de diciembre de 2008


CITA EN TOMBUCTÚ

Esta semana, al ser hoy, lunes 8 de diciembre, festivo, no hay emisión regular de Buscando leones en las nubes. Aprovecho para dejar aquí un par de programas antiguos (que ya alguno de vosotros había solicitado) denominados de manera genérica Cita en Tombuctú.

Cita en Tombuctú es también el título de una excelente novela de Pep Subirós con la que el autor catalán obtuvo el premio Josep Pla en 1996. El libro, publicado por la editorial Destino en su colección Áncora y Delfín, es, sólo doce años después, prácticamente inencontrable, lo que da idea del absurdo en el que se mueve la industria editorial española, aquejada de una especie de 'fiebre de la actualidad' que conduce a una delirante invasión de novedades que (si hay suerte) permanecen en las estanterías de las librerías el tiempo justo para su fugaz contemplación (y poco más) por los potenciales y desesperados lectores. Dos meses después (como mucho) de su casi clandestina irrupción en los anaqueles de las librerías... el libro cae en el olvido, se devuelve a la casa matriz y allí, en sótanos que uno imagina siniestros, es guillotinado sin contemplaciones, víctima de las prisas, de la impaciencia, de la burda concepción de los negocios, de la inclemente política de editoriales y distribuidoras. En fin, los peajes de la acelerada 'modernidad'... Confiemos en que, como ha ocurrido con Le Clézio, omnipresente ahora en las librerías (¡¡no os lo perdáis!!), algún suceso externo permita la reedición de esta estupenda Cita en Tombuctú.

En la novela se cuenta, en esencia, una historia de amor y de pasión. Lisa abandona a Andrés para huir a África llevada por la fuerza de sus sueños, en busca de la mítica ciudad de Tombuctú. Al poco tiempo, el propio Andrés, espoleado por la ausencia y el deseo, saldrá a su encuentro. La novela se desenvuelve en diversos géneros literarios: el epistolar, la crónica histórica, los libros de viajes, la novela psicológica, la de iniciación; y se mueve igualmente en diversos planos, de los que destaco dos de ellos que me sirvieron de elemento clasificador a la hora de organizar las dos emisiones.

Por un lado, y este enfoque constituye la base del primer programa, hay un nivel que podríamos llamar 'objetivo', 'externo' a los personajes, que se refleja en textos que incluyen descripciones de la ciudad de Tombuctú, que hablan de su rica y misteriosa historia, de sus leyendas, de sus tradiciones, de sus mitos, de su espíritu inmemorial. Se trata de un acercamiento que recoge estampas de la legendaria ciudad africana, de sus gentes, recuerdos de su deslumbrante pasado, relatos, narraciones varias... Para ambientar esa atmósfera intensa y desconcertante, sugestiva y enigmática, los textos se acompañan de música, por supuesto de Malí, interpretada por algunas de las más destacadas figuras del fecundo universo musical del país africano, mostrando un mosaico deslumbrante de la riqueza sonora maliense: Habib Koité, Keletegui Diabaté, Tom Diakaté, Boubacar Traoré, Mamou Sidibé, Vieux Farka Touré con Toumani Diabaté, Issa Bagayogo, Rokia Traoré y el magnífico Alí Farka Touré al que ya conocéis como responsable de la sintonía de Buscando leones en las nubes.

La versión que se ofrece en el segundo programa, sin abandonar del todo la descripción del entorno maliense, es más 'subjetiva', más 'interna'. En ella se presentan las reflexiones que hacen los protagonistas de la novela de Subirós, esa pareja española, blanca, que, por separado, marcha a África tras sus sueños, tras sus ideales, tras su pasión, tras ellos mismos también. Son comentarios en relación al viaje, a su experiencia africana, a su deambular por las calles, por los ríos, por las arenas desérticas, en procura del amor perdido, en búsqueda de sentido para sus vidas. Y como marco sonoro de los pensamientos de estos dos europeos que viajan por Malí, la música de esta segunda emisión es también maliense pero con una perspectiva algo más abierta, más cosmopolita y multicultural, no centrada sólo en la desbordante producción musical del país africano. En este segundo programa suena, prácticamente íntegro, un disco extraordinario, Diario Malí, en el que se conjugan el genuino acento de la kora del artista de Malí Ballaké Sissoko con la delicadeza del piano del italiano Ludovico Einaudi, en un diálogo musical, en una conversación entre culturas que produce un resultado fascinante y arrebatador, sencillo y también, paradójicamente, muy refinado y sugestivo.



Cita en Tombuctú I


Cita en Tombuctú II

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Gracias Alberto! Qué bonitos...
Volveré a escucharlos, vuelvo a escucharlos...ahora mismo.

Yo, amante de la poesía, quiero dejar aquí un trocito del poema "Monzón y el rey de Kore" (cuenta la epopeya -me encantan las epopeyas- de Segú, de los Bambara de Malí)

¿Cuántas mujeres enamoradas han desafiado
las tinieblas de la noche, y marchando contra sus deberes,
arrastrando su honor por el barro,
han ido a buscar al hombre de su alma,
el que ellas hubieran querido desposar?
No soy sino una más.
Vengo sin vergüenza a golpear en la puerta de tu corazón.
Ábrela para que yo entre, o hazme apuñalar
Para al menos morir entre tus brazos.

Saludos.

Ítaca

Anónimo dijo...

!Qué sorpresa!.!dos programas "colgados"para quienes no hemos salido de puente!.
!Es de agradecer en un lunes tan anodino!.!Bonito poema,Ítaca, es un placer leerlos!(Compruebo que Alberto sigue pasándote un sueldito, como a mi)ja, ja...nos vamos a llevar el premio a la fidelidad.
Bueno, bueno Alberto,veo que habrá propuesta para después de navidades. Me alegra pensar que será una fórmula para que participen más.
Tu cita semanal es casi imprescindible, se agradece .Saludos

Anónimo dijo...

Eres un encanto María. Me gusta leer tus comentarios,porque me siento cercana a tus gustos y opiniones. Seguro que si nos cruzáramos, nos reconoceríamos como decía Anna Gavalda en su libro "El Consuelo", en ese fragmento que leyó Alberto sobre la aristocracia...

Un saludo alegre y grande y largo...

Ítaca

Anónimo dijo...

¿QUERRÁS RECORDARME ESE POEMA, íTACA?.Sé que has aludido a él en alguna ocasión,pero soy incapaz de recordarlo.Siento una curiosidad infinita.
Tienes razón, quizá si nos cruzáramos nos reconoceríamos,(¿estaremos tocados por una nube con forma de león?)...me gusta pensar que seguiré encontrando gente como los que pertenecemos a este club: Los buscandoleonesenlasnubes.
Un beso.

Anónimo dijo...

Por supuesto que te lo recuerdo María. No obstante, no es un poema, es un fragmento de ese libro. Léelo, es precioso.
Ahí va: (no sé, Alberto me va a echar el alto por ocupar tanto espacio, en fin)

(…)Y, sin embargo creo en la aristocracia. Si es el término exacto, y si es que puede emplearlo un demócrata. No en una aristocracia basada en el rango y la influencia, sino en la de las personas solícitas, discretas y valientes. Los miembos de esa aristocracia se encuentran en todas las naciones, en el seno de todas las clases sociales y en todas las edades. Y hay una suerte de complicidad secreta entre ellos cuando se cruzan unos con otros. Representan a la única y verdadera tradición humana, la única victoria permanente de nuestra extraña raza sobre la crueldad y el caos.

Un beso para tí también.
Hasta pronto

Alberto San Segundo dijo...

No sólo no echo el alto sino que, al contrario, estoy encantado de que participe el mayor número de gente posible (e incluso transcribiendo el Quijote, si procede).
Pero voy a terciar con dos puntualizaciones. El texto (que yo, en efecto, presenté como de Anna Gavalda en el programa) es, en realidad, de Edward Morgan Foster y aparece citado en 'El consuelo' en la página 426, exactamente. Además, al fragmento transcrito por Ítaca (¿recogido de Laloli?; Sherlock Holmes en acción) le añadí una coletilla que surge en el libro sólo unas líneas más adelante y que me pareció interesante... 'y, además, tienen sentido del humor'. Creo que en esa breve frase (en la referencia al humor) se muestra otra nota esencial de esa aristocracia del espíritu que defiende la Gavalda.
En fin, he ahí algunas de las interioridades de 'Buscando leones en las nubes'. Gracias por darme la ocasión de hablar de ellas.

Anónimo dijo...

Efectivamente es de Edward Morgan Foster. Cuando leíste ese fragmento acababa de leer el libro porque encontré referencias, precisamente ese trocito, en un blog: deja-vu. No obstante, el fragmento lo copié y pegué de Laloli que recoge, casi siempre y por ahora, reflexiones muy interesantes.

Y sí...y además they can take a joke...

Saludos

Ítaca

Anónimo dijo...

!Vaya noche que llevo!, entre estudiar la "política de Aristóteles" (su concepto de la felicidad a traves de su percepción del orden social), de esa "aristocracia del espíritu" de Edward Morgan, pasando por "El Consuelo" de Gavalda ( que según Laloli está mal traducido y debería llamarse de otra manera...No,no puedo con vosotros, decididamente, no puedo más con vosotros.
Habeís conseguido que rastree a lo Holmes, como un sabueso tras su rastro , !Díos, qué perfección la vuestra,que dejar constancia de lo lícito, de lo que es de cada cual.... y, todo porque bien lo mería el texto(he aprendido mucho de ambos).
Lo cierto es que a Foster lo conozco por lo realizado en cine y a Gavalda, prometo leerla.. parece interesante.
Saludos a los dos.

Anónimo dijo...

¡Hola!gracias por visitar mi blog,me invitaste y aquí estoy. Veo que sí tenemos gustos comunes,al menos, la literatura, la radio y las nubes. Vendré más veces a escuchar tus programas. Hasta otra.
Laloli