martes, 8 de junio de 2010


EL JUEGO DE LAS VERSIONES

Con el programa de esta semana, y tal como os anticipé hace algunas fechas, Buscando leones en las nubes llega a su edición número doscientos cincuenta. De entrada la cifra impresiona, y no creáis que me estoy poniendo estupendo… es tan sólo que... ¿sois conscientes de que se han emitido en torno a tres mil canciones (con muy pocas repeticiones) y otros tantos fragmentos literarios, poemas, microrrelatos y textos varios? Pero es también cierto que tras una reflexión más sosegada la cosa no es para tanto. Ésta que ahora llega a su fin es la decimoprimera temporada del programa, lo que arroja la ridícula cifra de veintipocas emisiones por curso. Las peculiaridades de Radio Universidad, la necesidad de acomodarse al calendario académico, la precaria infraestructura técnica de la emisora durante los primeros años que provocó que, en más de una temporada, no saliéramos al aire hasta enero o incluso febrero, justifican unas magnitudes que, analizadas desde esta perspectiva, se revelan más bien pobres.

En cualquier caso, humilde o meritorio el balance, aquí estamos, cumpliendo doscientos cincuenta encuentros con la audiencia. ¿Llegaré a ver otros tantos? No quiero ponerme melancólico, pero parece difícil poder prolongar tanto tiempo una iniciativa de este tipo… los cambios en la radio, el paso del tiempo, la edad y con ella mi propio cansancio, la vida en suma… En fin… no dejemos que la tristeza, que la nostalgia del futuro (también la del pasado que ya no volverá) empañe mi modesta celebración.

Y si de celebración hablamos, un formidable festejo os propone la emisión de esta semana. Festejo en lo musical y también en lo literario. En la vertiente sonora del programa he incurrido en un juego al que me entrego en ocasiones en Buscando leones en las nubes, el de las versiones. Vais a escuchar, si os decidís a adentraros en el programa, algunas estupendas recreaciones de canciones muy conocidas de las últimas cuatro décadas, grandes clásicos del pop y el rock, popularizados en su origen por músicos tan destacados como Björk, Neil Young, John Lennon, Simply Red, Genesis, Kylie Minogue, Sting, Annie Lennox (en solitario y no con Eurhytmics como equivocadamente señalé en la emisión), Sade, Peter Gabriel y David Bowie en las excelentes interpretaciones, con el tono intimista marca de la casa, de Corinne Bailey Rae, Ida Sand, Youssou N’Dour, Jimmy Scott, Denzal Sinclair, Helena Noguerra, Klaudia Salkovic al frente de Liquid blue, Sitti, Chris Botti, Kate Mc Garry y Prozak for lovers. Esta idea de las versiones, de la doble visión de las cosas, igual pero alterada, casi idéntica y sin embargo distinta, este juego siempre enriquecedor y sugestivo que consiste en el enfoque paralelo de una misma música, de una misma realidad, de una misma emoción, de unas mismas palabras, de una misma vida, se evoca en el espléndido cuadro, La reproduction interdite, de René Magritte, un pintor que me apasiona desde hace muchos años, y que sirve de encabezamiento a esta entrada. Los textos que acompañan las piezas musicales, decantados en su mayoría hacia la temática del amor y en general de la felicidad y el sentido de la vida, los escribieron Markus Orths, Orhan Pamuk, Luis Landero, Andrew Sean Greer, Inma Monsó, Martin Amis, Adolfo García Ortega, Philippe Claudel, Ann-Marie Mac Donald, Pedro García Montalvo y Antoni Casas Ros.

En el apartado dedicado a los vídeos y aprovechando la celebración intento hoy una arriesgada y quizá inútil (porque nadie la mirará) vuelta de tuerca: os presento todas las canciones del programa pero en la voz de sus intérpretes originales en una nueva aproximación al tema del doble que esta semana permea las distintas manifestaciones de Buscando leones en las nubes. Así escucharéis, siempre en vivo, a la excéntrica Björk con su Venus as a boy; a un jovencísimo Neil Young, en 1971, cantando Heart of gold tras un largo (casi dos minutos) y prescindible speech introductorio; a John Lennon, en estudio, entre imágenes de actuaciones, con su tristísimo Jealous guy; a Mike Hucknall, líder de Simply Red, encarando, solitario y acústico, la emocionante Holding back the years; a Genesis, que aportan más emoción, al menos para mí, por lo que tiene de vínculo con mi propia vida el encanto de Follow you, follow me; a la inusual presencia aquí de Kylie Minogue con el 'llenapistas' Can’t get out of my head, en una muestra palpable de que en Buscando leones en las nubes carecemos de prejuicios (habrá quien piense que también de criterios estéticos fiables); a Sting con Fields of gold; a Annie Lennox con la estupenda No more ‘I love you’s’ (en realidad una versión ya desde el origen, pues no es ella su primera intérprete); a la sensual Sade con No ordinary love en una actuación diferente a aquella con la que apareció aquí hace algunas semanas; a un tímidamente italiano Peter Gabriel con la melancólica Mercy street; y a un David Bowie de 1985, con su himno Rebel rebel, en un concierto, el Live Aid, lleno también de recuerdos para mí, y al que asocio a una habitación de hotel en México desde la que, recién desembarcado y afectado por el jet lag, asistí alucinado a aquella interminable y fascinante sucesión de maravillas.

Confío en que aquellos que os atreváis con tan exhaustiva propuesta podáis sobrevivir al intento. Pero considerad, a modo de disculpa por mis algo insoportables excesos, que la ocasión lo merece... ¡no todos los días se llega a los doscientos cincuenta programas!




El juego de las versiones

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ver para cuanto dan las versiones, sobre todo cuando se manipulan ¡¡¡ Y de que manera¡¡¡¡.
La ironía solo la entiende quien tambien tiene ironia .

Anónimo dijo...

En compensación de la humana miseria,el cielo ha otorgado al hombre tres grandes dones:el sueño,la sonrisa y la esperanza. (Kant).

Anónimo dijo...

!!Felicidades por tantos programas estupendos!!.Espero que sigas y sigas y no decaigas.
Gracias por tu buen hacer, por tu tremenda sensibilidad, por no rendirte en tus intentos de tantos y tantos programas (¿años?...pero !si estás hecho un chaval!)-
Ánimo, no te rindas.Eres el REY LEÓN... tú ya me entiendes.
P.D. te lo dice María, para que conste.

Alberto San Segundo dijo...

Hola a todos

Contesto a los tres últimos comentaristas agradeciéndoles, de entrada, su participación.

En cuanto al primer anónimo, debo decir, con sinceridad, que el mensaje me ha resultado un tanto críptico... ¡que no me he enterado de nada, vamos! La alusión a la ironía se me ha escapado y la referencia a la manipulación de las versiones tampoco puedo entenderla. En fin... gracias, no obstante, por intervenir.

En cuanto a Kant, lo cierto es que el nombre me suena, tengo la impresión de que ya ha participado aquí alguna otra vez. De todas formas, la reflexión es muy bonita y atinada. Déjame darte un consejo humilde, amigo Kant, creo que si sigues por ese camino llegarás a ser un gran pensador, no sé, me da el pálpito...

Y a ti, María, qué decirte. Gracias sinceras por tu felicitación, aunque cuidado con esas 'nomenclaturas'. Descartado ya por todo el mundo (hay una foto que no admite dudas) que lo de 'Rey León' pueda deberse a las melenas... ¿qué podrá pensar la audiencia?... ¡¡¡si sólo soy un tímido gatito!!!

En fin, un abrazo (desprovisto de garras) a todo el mundo

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tus 250 Leones!!!!.
Saludos.
Faelivrin.

Alberto San Segundo dijo...

Gracias, Finduilas. Me alegro de que sigas escuchándome.

Un saludo y hasta pronto (¡¡no olvides esa Dirección General!!)