martes, 15 de junio de 2010


OSCAR WILDE. LA BELLEZA ES LA VERDAD

A lo largo de las semanas que quedan hasta que llegue a su término la temporada regular de Radio Universidad, a finales de junio, Buscando leones en las nubes va a ofreceros tres programas con un mismo hilo conductor: el escritor inglés (su Irlanda natal pertenecía en la época al Reino Unido) Oscar Wilde, y más en concreto su obra maestra El retrato de Dorian Gray.

El retrato de Dorian Gray, la controvertida y sin embargo magnífica novela de Oscar Wilde, es un clásico de cuya publicación se cumplen en estos días de junio los ciento veinte años, uno de los libros de lectura obligada en cualquier educación literaria mínimamente solvente. Yo lo leí por primera vez, deslumbrado y jovencísimo, en aquella edición de bolsillo de Salvat Editores, en la colección RTVE, desconocida para quienes tengan menos de cuarenta años, y comprado en 1972 por veinticinco pesetas (0.15 euros en su traducción para los muy, muy jóvenes). Luego, algo más adulto, recuerdo una lectura más atenta y rigurosa en alguna colección de clásicos, de esos encuadernados en piel y con papel biblia que no podía faltar en ningún hogar burgués aunque sólo fuera como decoración con pretensiones de cultura más o menos seria. Pero ha sido la reciente tercera lectura la que me llevó a pensar en su emisión en Buscando leones en las nubes. Una tercera lectura nacida de un impulso ciego y a la postre algo insensato. Porque lo cierto es que no pude resistir la tentación (ceder a las tentaciones es una de las propuestas de Oscar Wilde en la novela, como luego veremos), no fui capaz de mantenerme firme frente al reclamo que desde los estantes de las librerías ejercía en mí una edición preciosa del libro, en un formato mínimo que cabe en un bolsillo, casi en una mano, un volumen muy manejable, al estilo de un breviario o misalito (vuelvo a suponer que los más jóvenes ni siquiera sabrán de qué estoy hablando), con cinta separadora, letra muy legible, formato cuidado, en definitiva, un objeto bellísimo que me atrajo como tal, más allá de su contenido, por otro lado, como os digo, ya conocido por mí. Desafortunadamente, esa edición que os comento, debida a la Editorial Treviana, es, en efecto, preciosa en su apariencia, pero desastrosa en los aspectos que atañen de modo estricto al texto: multitud de erratas, profusión de fallos tipográficos, algunas faltas de ortografía, en particular un hiriente ‘bisagras’ escrito con uve… De modo que, sí, un volumen muy atractivo y seductor, pero con un alma, por así decirlo, defectuosa y horrenda… una metáfora muy apropiada para El retrato de Dorian Gray, uno de cuyos temas principales es, precisamente, el del contraste y la lucha entre las bellas apariencias y las crueles realidades. Sabed, pues, a qué ateneos, si compráis la edición de Treviana traducida por Alejandro Caja. Si os interesan el texto y la buena traducción, más allá del encanto de las formas, os recomiendo la edición de Galaxia Gutemberg, que es también primorosa, y magníficamente ilustrada además por los hermanos MP & MP Rosado. No dejéis de visitar la espléndida página, repleta de informaciones, enlaces, vídeos y variados elementos de interés, que la editorial ha dedicado al libro.

En El retrato de Dorian Gray (por cierto, se estrena en estas fechas una película basada en la novela. Ha sufrido críticas inclementes; dejémosla pasar, pues) está todo lo mejor de Oscar Wilde: su esteticismo algo decadente, el retrato despiadado y algo malévolo de la vanidad de la sociedad de su época, las penetrantes reflexiones sobre el arte y la belleza, la reivindicación del refinamiento y el placer, de un cierto dandismo narcisista, la combativa apuesta por la singularidad, por lo excéntrico, por lo anticonvencional, las alusiones latentes a la homosexualidad, una considerable carga autobiográfica, la exploración de fuentes literarias variadas, singularmente el Goethe del Fausto y Shakespeare y, especialmente, Joris Karl Huysmans, cuyo libro A rebours es el insidioso libro amarillo que cambia la vida del protagonista. E impregnando todo ello, en El retrato de Dorian Gray descuella el genio de Wilde para las frases rotundas, para los aforismos penetrantes, ambiguos, desconcertantes, provocadores, esas perlas inspiradas, certeras, atrevidas, deslumbrantes, auténticos relámpagos de pensamiento que de un modo chocante, al modo de un koan zen, obligan al lector a repensar desde otra perspectiva, más abierta, más libre, las ideas preconcebidas. Sacrificarías a alguien por un epigrama, se lee en un pasaje de la novela, una frase que puede ser aplicada sin dificultad al propio Oscar Wilde; y así el libro está plagado de estas iluminaciones, muchas de las cuales son ya citas obligadas en muy distintos ámbitos y por ello muy conocidas, por ejemplo: Lo único que el matrimonio tiene de encantador es que convierte el engaño continuo en algo absolutamente necesario para ambas partes; o ésta: La única manera de librarse de la tentación es caer en ella; o las muchas otras, más de cuarenta, que he recogido para integrar la parte literaria de los tres programas. En concreto, en el de esta semana, os presento algunas que giran en torno a la idea de la belleza, de lo exquisito, del placer, de la perfección.

En el apartado musical he escogido canciones interpretadas por mujeres, por entender que su delicadeza se aviene mejor con el espíritu sensible y refinado de la novela de Wilde. De este modo, han sonado en esta primera emisión, Eliza Gilkyson, Vanessa da Mata, Shelby Lynne, Valérie Leuillot, Patty Larkin, Emiliana Torrini, Jill Sobule, Rokia Traoré, Natalie Merchant, Mary Gauthier, K.D Lang arropada por el proyecto One Giant Leap, Roberta Gambarini y la últimamente ubicua en Buscando leones en las nubes Sade Adu.

Para completar la oferta de esta semana, en la sección de vídeos, y alejándonos esta vez de las interpretaciones en directo, os dejo algunos de estudio, los clips oficiales de tres de las canciones que hemos emitido en el programa: Amado, de la brasileña Vanessa da Mata, L’eau du Gange, de la francesa Valérie Leuillot, y If no one ever marries me, de una de las favoritas del programa, la norteamericana Natalie Merchant.




Oscar Wilde. La belleza es la verdad

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es mi libro de cabezera....me encanta,por fin encuentro a alguien que le guste!y el parrafo ese que dice ...los que mejor viven son los tontos....pueden babear,estar con su boca abierta...y no pasa nada.... mientras nosotros siempre pensando en como comportarnos...........
libro fantastico
a veces vemos belleza pero en realidad es fealdad
Vemos feos peros esos son los guapos
Maria(no la "clasica")

Alberto San Segundo dijo...

Hola, María (¿cómo te llamaré para diferenciarte de la 'clásica'?: ¿la moderna?, ¿la contemporánea?, ¿me admitirías la churrigueresca o es demasiado rebuscado?... en fin...).

Te agradezco tu intervención en el blog. Me alegro de que coincidamos en el gusto por Míster Gray. Espero que disfrutes del programa y que sigas visitándonos durante mucho tiempo.

Un saludo

Iria Costa dijo...

Que grandísimo programa el de ayer, me dejastéis enamorada, jajajjaja
Ciertamente, he tenido el honor de leer el libro de Oscar Wilde, igual que entre sus maravillosas obras, se encuentra el Retrato de Dorian Gray.
Un saludo a todo el equipo,
Iria.

Anónimo dijo...

No he utilizado misalitos (los he visto por casa), sí leí y me leyeron muchos cuentos de Óscar Wilde que ahora leo a los pequeños... y sí compré golosinas con pesetas... vamos que aún tengo que convertir...

De cualquier manera, al margen de esto, me encanta Óscar Wilde. Un auténtico placer este programa.

Saludos

Terita

Anónimo dijo...

Llego tarde. No puedo seguir, con la velocidad que me pide el corazón, todas las recomendaciones o todo lo que querría no dejar de leer, de escuchar,… Hace dos días empecé: ‘La elegancia del erizo’. ¡Qué maravilla!

Busco fervientemente ‘huecos’ espacios,…que felizmente lleno con tus programas. Pero entonces necesito más 'huecos' para acomodar en mi vida ese libro, ese ‘disco’, esos poemas,….. en fin, ‘un sin vivir delicioso’. Gracias Alberto por abrirme la puerta a este mundo maravilloso.

Saludos a todos.

Savina

Alberto San Segundo dijo...

En un 'hueco' mínimo entre las múltiples exigencias de mi 'sinvivir' profesional (un placentero 'sinvivir', no obstante), aprovecho para agradeceros, Terita y Savina, vuestra nueva participación en el blog. Sois, como siempre, muy amables. Gracias.

Espero que sigáis disfrutando de los programas.

Un saludo afectuoso

Alberto