martes, 28 de abril de 2020


RECUERDOS DE ÁFRICA 

En este proceso -forzado por la imposibilidad técnica de grabar programas a causa del confinamiento que impone el coronavirus- de recuperación nostálgica de antiguas emisiones de Buscando leones en las nubes, hoy quiero recuperar un espacio que salió al aire en diciembre de 2010. 

Bajo el título que encabeza esta entrada os presentaba entonces una edición especial de Navidad, no radiada y ofrecida exclusivamente aquí, en las páginas de nuestro blog. 

Explicaba entonces que la idea de esa emisión extraordinaria había surgido cuando, con ocasión del programa Voces africanas, radiado unos meses antes, algunos de los oyentes de Buscando leones en las nubes me habían sugerido, tanto a través de los comentarios de la página como en persona, que debiera darle voz a aquellos recuerdos de mi primer viaje al África negra que acompañaron en el blog la entrada del programa de aquella semana. 

Entonces recogí la idea, que en seguida me gustó, -en realidad ya había pensado hacer un programa centrado en ese contacto inaugural con el África subsahariana- y decidí ponerla en práctica de algún modo que en ese momento todavía desconocía. Una vez articulada y convenientemente desarrollada la presenté, como personalísimo regalo de la Navidad de 2010, con el que celebrar y agradecer la fidelidad de la audiencia -escasa pero persistente- a nuestro espacio. 

Escucharéis, ahora de nuevo, pues, mi lectura de ese largo texto que contiene lo esencial de mis recuerdos de aquella experiencia tan intensa y emotiva, tan arrebatadora y tan feliz. Entre los distintos fragmentos, aparecía, casi completo, un disco espléndido que contribuirá, sin duda, mucho mejor que mis palabras, a trasladaros al continente africano. Se trata de Chamber music, una preciosa gema, delicada, mágica, intimista, envolvente, arrebatadora, bellísima, fruto de la colaboración del músico maliense Ballaké Sissoko, genial intérprete de kora, con Vincent Segal, un virtuoso violonchelista que antes de este disco de 2010 había colaborado con Sting, Elvis Costello, Cesaria Evora o Carlinhos Brown. 

Suenan en la emisión nueve de las piezas del disco, todas instrumentales, salvo la impresionante Regret à Kader Barry en la que encontramos la sensual voz de Awa Sangho. No os perdáis otros dos discos maravillosos de Ballaké Sissoko: uno, de 2003, con Ludovico Einaudi y titulado Diario Malí, ya fue la base de un programa de Buscando leones en las nubes, el primero de la serie dedicada a Cita en Tombuctú, la novela de Pep Subirós; el otro, anterior pero igualmente esplendoroso, New ancient strings, lo grabó Sissoko con Toumani Diabaté en 1999. Imprescindibles ambos. 

Espero que mis evocaciones africanas asociadas a la maravilla de Chamber music os hagan disfrutar de unos momentos agradables en estos días difíciles. (En la foto, la mezquita de Bobo-Dioulasso, capital de Burkina Faso, uno de los escenarios de mi viaje).

2 comentarios:

Fely dijo...

Como hace 10 años ,volví a soñar com África.

Anónimo dijo...

Precioso recuerdo Alberto...


Alberto:)