KIRMEN URIBE. BILBAO-NEW YORK-BILBAO
Por otro lado, Bilbao-New York-Bilbao se inscribe en una tendencia cada vez más acusada en buena parte de la novelística contemporánea de la que forman parte, entre otros (y sin ningún afán de comparar; sería absurdo, ésta es sólo la primera novela de Kirmen Uribe), Sebald y Coetzee, Paul Auster y Murakami, o Ricardo Piglia, Javier Cercas y Enrique Vila-Matas, por citar también tres casos de escritores en español. El peso de la metaficción, lo fragmentario, las tramas dispersas, la incorporación de materiales heterogéneos, la mezcla de géneros, la dimensión autobiográfica y la ficcionalización del yo, son rasgos, distintivos de esta ‘moderna’ forma de escribir, que se encuentran en la novela de Uribe. Con la excusa -muy tenue- de un viaje en avión, al que alude el título, y a través de la aportación de elementos literarios heteróclitos, narraciones, diarios, cartas, correos electrónicos, poemas, cuadros, fragmentos de la wikipedia y transcripciones de relatos orales, Kirmen Uribe dibuja un fresco (como ha escrito la crítica; me resulta más oportuna la imagen de la construcción de un mosaico) que descubre las vidas de tres generaciones de una familia de Ondarroa, el pueblo natal de Kirmen Uribe, una más de las múltiples referencias autobiográficas de la novela. Pero, más allá de la técnica literaria, del interés de la novela como ‘artefacto’ (un interés en sí mismo siempre algo frío y estéril, y en último término casi irrelevante si no va acompañado de emoción), os va a atraer (si aún no la habéis leído) la vida que rezuma el libro, pues la intención del autor es hablar de la vida real, de los afanes de la gente, de las emociones y los sentimientos auténticos de personas de carne y hueso, podríamos decir. Quería hablar de mi abuelo, de mi padre, de mi madre. Novelar mi mundo, llevarlo al papel, se lee en un momento del libro. Y en otro fragmento añade el narrador, quería hablar de gente real, hablar de una forma de vida que se está perdiendo. Y por si hubiera alguna duda del propósito último, del sentido de su proyecto literario concluye: lo más importante son las historias, sean verdad o mentira, o las dos cosas. Y creedme, decenas de historias, interesantes, profundas, encantadoras, fascinantes, os vais a encontrar en este espléndido libro; infinidad de historias, algunas de las cuales han aparecido a lo largo del programa de esta semana.
En el ámbito musical seguimos con canciones interpretadas en euskera. Y seguimos también con el pluralismo y la variedad de enfoques que caracterizan a nuestro programa y que, sobre todo, y dada la ocasión, definen a una sociedad como la vasca que, a mi juicio, no puede reducirse a una única -y simplista- lectura política o cultural o ideológica o social. El euskera, pues, presente en la letra de las canciones aunque, como hace siete días, con intérpretes no sólo euskaldunes, sino también castellano parlantes, caso de Miguel Bosé, que hace sus esforzados pinitos en lengua vasca. Canciones, también, predominantemente nacidas en el ámbito del País Vasco, pero entre las que se desliza alguna sorpresa, algún clásico de la música popular de nuestro país en una insólita versión en euskera. Los músicos que podréis escuchar si decidís descargaros la emisión son el citado Miguel Bosé en su colaboración con Kepa Junquera, Olatz Zugasti, Imanol, Lantz, Ana Irazu con Mikel Errazkin, Bingen Mendizábal con Mikel Urdangarín, Bidaia, Juan Bilbao, el saxo de Josetxo Goia con la voz de Estitxu Pinatxo, Jabier Muguruza y de nuevo Mikel Urdangarín, que repite dadas las innumerables versiones de poemas de Kirmen Uribe que ha musicado.
La irrupción de Kirmen Uribe en el panorama literario español tuvo lugar a raíz de la toma de posesión de Patxi López como lehendakari del Gobierno vasco, tras las pasadas elecciones de marzo de 2009. El político socialista en su acto de investidura leyó, bajo el árbol de Guernica y en una iniciativa poco común en ese tipo de actos y por ello muy glosada en los medios de comunicación, dos magníficos poemas, el excepcional Nada es dos veces, de la premio Nobel polaca Wyslawa Szymborska, y Maiatza, (Mayo en su traducción al castellano), un poema precioso que ahora os ofrezco, como apertura de la sección de vídeos en una grabación de ese acontecimiento histórico (el abuso que del término hacen los medios de comunicación me lleva a dudar de la conveniencia de su uso, pero la trascendencia de la ocasión, en este caso, sí que lo justifica). De manera que, en primer lugar, veréis al político vasco jurando su cargo entre versos de Kirmen Uribe. A continuación, un cortometraje, dirigido por Arkaitz Basterra y el propio Kirmen Uribe, que recoge algunos fragmentos del libro que también han sonado en el programa. Por último, otra versión de Maiatza, ésta musical, a cargo de Mikel Urdangarín, que sonó, a su vez, al término de la presente edición de Buscando leones en las nubes.
Transcribo aquí, a modo de cierre, y para que podáis disfrutarlo, el texto íntegro de Maiatza.
Déjame mirarte a los ojos.
Quiero saber cómo estás.
Rainer W. Fassbinder
Mira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
Se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amables,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
Saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
Porque estar juntos en silencio es
La mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
Dejar este cuerpo mío a un lado
Y meterme contigo en una concha,
Con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
Continuaremos la historia interrumpida hace un año,
Como si no tuvieran un círculo más
Los abedules blancos de la rivera.
Kirmen Uribe. Bilbao-New York-Bilbao