AL FIN HAS CONSEGUIDO QUE ODIE EL BLUES
La primera emisión ‘oficial’ de Buscando leones en las nubes después de Semana Santa está consagrada al blues. Y como el brusco ‘desembarco’ en las obligaciones académicas no me deja tiempo más que para perpetrar un simulacro de introducción, aligero estas palabras y me remito a lo explicado en la propia presentación del programa. Así, os anticipo que si decidís adentraros en esta edición con la que abrimos el trimestre podréis disfrutar de los poemas de Javier Cánaves, un escritor mallorquín, joven, galardonado en su momento con el decimooctavo premio de poesía Hiperión, el correspondiente al año 2003, por su obra Al fin has conseguido que odie el blues, de la que he extraído todos los textos del programa. Os aconsejo, para saber más del autor, que visitéis su blog, Tu cita de los martes, en el que podréis encontrar infinidad de motivos interesantes de reflexión, referencias a otros poetas, y todos los temas habituales del autor.
Y he escogido a Javier Cánaves como protagonista del programa, además de porque sus versos siempre me han interesado, porque el título de su libro hace referencia al blues, y ya llevaba tiempo pensando que ese género musical debiera tener una emisión monográfica. Recordad que hace unos años, cuando Obama accedió a la presidencia norteamericana hubo un par de programas conmemorativos del evento, y en uno de ellos, el blues femenino, el blues interpretado por mujeres, fue el protagonista principal. Blues, pues, en el Buscando leones en las nubes de esta semana, extraordinarias piezas de blues, debidas todas a algunos clásicos del género. Tengo decenas de discos de blues, blues de Chicago, blues del Mississippi, blues africanos, blues de las primeras décadas del siglo pasado, blues modernos, blues eléctricos, acústicos, cercanos al country, lindantes con el jazz, blues redundantemente negro, blues interpretado por blancos, blues con guitarra, con armónica, con piano, con bottleneck, blues tristísimo, blues doliente, blues reivindicativo, blues nostálgico, blues euforizante, blues abiertamente sexual. Como podéis imaginar, elegir una decena de canciones -ni eso, los poemas leídos son bastante largos-, ocho escasas piezas entre tanta diversidad y tantas maravillas se anunciaba, a priori, como una tarea ciertamente complicada, de modo que al final he optado por escoger -sin ninguna pretensión representativa- casi al azar algunos excelsos representantes del género, exclusivamente afroamericanos (no sé por qué consiento la expresión políticamente correcta, quizá, esta vez, por economía del lenguaje: por no decir músicos estadounidenses de raza negra) y excluyendo de modo consciente a las mujeres, que ya habían protagonizado aquel programa que comenté con anterioridad. De modo que podréis recrearos con unas piezas espléndidas debidas a la genialidad de unos cuantos clásicos del género, que han dejado ya una huella imperecedera en la historia de la música: John Lee Hooker, Junior Wells, Albert Collins, T-Bone Walker, Skip James, B. B. King, Muddy Waters y Willie Dixon, todos imprescindibles en cualquier selección, incluso en una como esta, tan reducida y apresurada.
Para la sección de vídeos he querido mantener la misma tónica de comodidad (mía) y de excelencia (de los artistas escogidos) y os presento a los mismos ocho protagonistas de la emisión en otras tantas piezas, diferentes a las que sonaron en la radio. Espero que disfrutéis de la a mi juicio fantástica selección.
Al fin has conseguido que odie el blues