martes, 6 de octubre de 2009


CRUZANDO ABBEY ROAD


Buscando leones en las nubes continúa con esa faceta algo nostálgica y conmemorativa con la que hemos comenzado nuestra undécima temporada. Y si a lo largo del mes de septiembre fue Leonard Cohen el objeto de nuestra mirada retrospectiva, esta semana son los Beatles, los fabulosos cuatro de Liverpool, los que concitarán nuestra atención con ocasión del cuadragésimo aniversario de la publicación, a finales de septiembre de 1969, en Inglaterra, y a principios de octubre de ese mismo año en Estados Unidos, del magnífico álbum Abbey Road, uno de los mejores de entre los suyos y, creo que no exagero, uno de los mejores en términos absolutos de la historia de la música popular. En cualquier caso, el disco que a mí personalmente más me gusta de los del cuarteto británico y, sin duda, el LP (disculpadme la jerga antediluviana) que más he escuchado en mi vida.

Una vez más, mis limitaciones personales y mi poca disponibilidad de tiempo me impiden desarrollar aquí con profundidad los múltiples aspectos destacados en el disco (el de su extraordinario valor en el orden estrictamente musical, el más general de la inmensa creatividad artística, de la innovación técnica y de la experimentación que rezuman sus diecisiete piezas, el enfoque sociológico que resaltaría su capacidad para recoger y plasmar los movimientos sociales y culturales de la época, la vertiente documental que enfatizaría las circunstancias de su grabación, la presencia en él del germen de la inminente desintegración del grupo, y tantos otros). Como de costumbre, delego en internet y en la wikipedia el tratamiento más detenido de esos temas.

Me limitaré, entonces, en esta entrada, a daros noticia de cuál ha sido mi peculiar acercamiento al universo ‘beatle’ en los diez cursos largos de existencia de Buscando leones en las nubes. Dejadme contaros, de entrada, que yo escuché, con fervor y pasión exaltados, toda la discografía de los Beatles entre mis catorce y mis diecisiete años. Y que, gustándome -y mucho- sus primeros discos, quizá los más conocidos, sin duda los más radiados, los que contienen las canciones que de modo evidente cualquier ciudadano del último y más recóndito rincón del mundo asocia a su nombre (Yesterday, A hard day’s night, Michelle, Ticket to ride, Help, y tantas más), son sus obras finales, singularmente el Sargent Pepper, el Álbum Blanco, y este Abbey Road los que me entusiasmaron entonces y me siguen pareciendo hoy obras maestras. Por ello, en Buscando leones en las nubes hemos celebrado en 2007, 2008 y ahora en 2009, los cuarenta años de, respectivamente, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, The White Album y, hoy, Abbey Road (al que, desde entonces, siempre denominé a la española -y me resulta casi imposible acostumbrarme a lo contrario-: Abi Road, con mi agreste pronunciación de aquellos años, no demasiado mejorada con el tiempo, la verdad).

El programa dedicado al doble Álbum Blanco salió al aire dentro de una serie de cuatro emisiones, radiadas en mayo de 2008, dedicadas a conmemorar el mayo francés de 1968. Las cuatro, incluyendo la beatleliana, os las ofreceré aquí en algunas de esas pausas que tan a menudo, y debido a las vicisitudes del calendario académico, congelan la programación de Radio Universidad. En 2007, la celebración de turno recayó sobre el Sargent Pepper. La emisión, titulada Cuarenta años del sargento Pimienta, aparecerá en el blog la semana próxima, como paliativo de la ausencia de programa el lunes 12, una fecha que, al coincidir con día festivo, nos deja sin emisión en vivo.

Con respecto al programa de ayer, el particular homenaje que hemos dedicado a la última grabación de los Beatles (Let it be, que vería la luz un año después, fue registrado, no obstante, con anterioridad), lo singular de nuestra propuesta consistió en que se pudieron escuchar, en el mismo orden del disco original, sus diecisiete canciones, aunque interpretadas por músicos distintos al legendario cuarteto. Versiones de muy diversa índole, con estilos muy variados, de dudosa calidad o discutible valor en algunos casos, pero que permiten apreciar -todas ellas- la maravilla de las canciones primitivas. Así, aparecieron, Dianne Reeves con Cassandra Wilson, Mina, Frankie Lane, Dani, Anita Harris, Sarah Vaughn, Nina Simone, el Quarteto em cy, Paul Nicholas con Dianne Steinberg, los Bee Gees, Frankie Howard, Roy Wood, Joe Cocker, Ben Folds, Dobbie Dobson, George Benson y los propios Beatles, a los que he dejado que cerraran el programa con la breve y algo iconoclasta Her Majesty, una pista final escondida en el disco. Espero, más allá de que os gusten todas las recreaciones emitidas, que apreciéis mi esfuerzo porque, aunque tengo más de cien discos de versiones de los Beatles, encontrar interpretaciones más o menos dignas y coincidentes con el espíritu del programa para todas las piezas del álbum ha resultado, en algunos casos, muy difícil.

En el apartado de vídeos la opción ha sido muy sencilla. Con la imagen de fondo del famoso paso de cebra de Abbey Road os ofrezco el disco original completo, fraccionado en seis secuencias. De ese modo podéis contrastar la interpretación inicial de los Beatles con las versiones ofrecidas en el programa.




Cruzando Abbey Road

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto que sus letras no eran enormes, pero musicalmente exprimieron y supieron entender el concepto de "single" a la perfección, tanto que su discografía podría considerarse eso mismo, es indiferente en que pista comiences a escucharlos, acaba enganchandote, al menos eso es lo que me ocurre a mí. Humilde comentario.

Saludos!

Pdta.: Sigo prefiriendo los originales a las versiones ;)

Alberto San Segundo dijo...

Totalmente de acuerdo, Víctor, con tus muy atinados comentarios. Por lo demás, yo también prefiero los originales, pero hay que reconocer que las versiones de Joe Cocker, o la de Ben Folds, o la de Nina Simone, y alguna otra, están muy bien y casi son más recordadas -pienso en She came in through the bathroom window- que las de sus creadores. El juego de las versiones obedece, no obstante, no sólo -aunque en gran medida- a una personal e indiscutible atracción por las recreaciones de los para mí clásicos, sino también a introducir un poco de originalidad en un programa que si consistiera sólo en la mera emisión de una canción tras otra del disco original, resultaría, quizá, algo monótono y, también, estéril (¡para eso me compro el disco, podría decir algún oyente, en el caso de que aún existiera alguno).

El lunes próximo, con el Sargento Pimienta, se repetirá la operación: volverán a sonar versiones.

Gracias, Víctor, y hasta pronto

Anónimo dijo...

Hola de nuevo Alberto (me permito el "tuteo cibernético" jeje), hubo justamente dos versiones que me gustaron y creo que se enuentran entre las mencionadas; es cierto, "She came in through the bathroom window" apenas la había escuchado y ahora con la pausa realizada me gusta más versionada jajaja.
Sargento Pimienta! Me encanta la voz de la cantante y la versión acústica de la intocable "Imagine".

Saludos!

Alberto San Segundo dijo...

Gracias de nuevo, Víctor, ¡bienvenidas sean tus intervenciones! (y por supuesto, tutéame, sólo pensar que puedo inducir un trato más serio y formal me asusto y agobio).

Y, no, no me refería a 'tu' Sargento Pimienta (un grupo, el murciano, que no conocía; ya he escuchado su 'Imagine', no está mal, aunque no es una canción que me apasione, no soy muy devoto de John Lennon), sino al propietario del Club de los Corazones Solitarios... pero de él hablaré la semana próxima...

Un saludo y hasta pronto