ALEJANDRO JODOROWSKY. ME SUMERJO EN TUS BRAZOS

 

Esta semana os ofrezco la tercera y última entrega de la serie basada en 365 tuits de amor, el curioso librito del chileno Alejandro Jodorowsky que recoge otras tantas reflexiones brevísimas, limitadas a los fatídicos e inevitables ciento cuarenta caracteres, sobre la experiencia amorosa, hoy centradas en la vertiente más carnal, más física, más erótica, más pasional del fenómeno.

 

Y teniendo en cuenta que todo lo que a estas alturas pueda decirse sobre el amor no deja de ser una suerte de variaciones difícilmente originales sobre el mismo tema, aprovecho esta leve excusa para, una semana más, acompañar los textos con una quincena de versiones que recrean otros tantos clásicos de la música popular de las últimas cinco décadas.

 

Y así, aparecen las canciones, casi todas muy conocidas, de Cindy Lauper, The Church, Lou Reed, Townes Van Zandt, Radiohead, Van Morrison, Joy Division, 10 CC, The Marvelettes, Tom Waits, Paul Simon, Dionne Warwick, Carole King, The Rolling Stones y Luis Eduardo Aute, recreadas en estupendas versiones por Sarah Menescal, Grant Lee Phillips, Kirsty MacColl con Evan Dando, Norah Jones, The Pretenders, Rita Coolidge, Nouvelle Vague, Dee Dee Sharp, Bette Midler, Tim Buckley, The Morning Benders, Gabrielle, Lykke Li, Luna y los hermanos Soleá y José Enrique Morente, que acompañan en su interpretación al controvertido Pitingo en la para mí espléndida, e intensa y conmovedora, versión del clásico de Luis Eduardo Aute, De alguna manera.

 

 

Cuando me besas regreso del mundo de los muertos.

 

¿Cómo podrías recordar mis caricias si cada noche cambias de piel?

 

Después de besarte las palabras me parecen sacrilegios.

 

Esos besos tan intensos me hicieron perder la memoria. Ahora lo único que recuerdo son tus labios.

 

Me sumerjo en tus brazos y dejo que la corriente me lleve.

 

Todo el día el aroma de tu piel en mis manos.

 

Estoy mudo. En tu boca olvidé mi lengua.

 

Al contacto con tu piel supe lo que era tener manos.

 

¡Que las otras se guarden sus besos, me quedo con tus mordiscos!

 

¿Superficial la piel? Una caricia con amor es más profunda que un pozo.

 

Deliciosa angustia: hoy todavía no te he besado.

 

Te acariciaré con la delicadeza de una mariposa que teme quebrar la rama donde se posa.

 

Al besarnos solo queda, en el mundo vacío, el palpitar de nuestras almas.

 

Cuando te acaricié me di cuenta de que había vivido toda la vida con las manos vacías.

 

Si al abrazarnos no sentimos la eternidad, no es amor verdadero.