POETA EN NUEVA YORK
La segunda entrega dedicada a Nueva York en este septiembre de Buscando leones en las nubes está consagrada a Poeta en Nueva York, una de las obras cumbres de la poesía de Federico García Lorca. Escrito entre 1929 y 1930 durante su estancia en la Columbia University, Poeta en Nueva York describe de un modo bellísimo, cargado de imágenes portentosas que parecen tomadas del inconsciente, del mundo de los sueños, la desbordante urbe americana. Una poesía que no necesariamente debe entenderse y sí degustarse, un torbellino, un aluvión de palabras, de hermosísimas palabras que proporcionan una visión alucinada y surreal, como mostrada en un espejo deformante y monstruoso, de la vida de todo el siglo XX a través del espejo alegórico de una, en cierto modo, aterradora Nueva York. Una Nueva York alienada e irreal, abigarrada, atroz, onírica, brutal, en la que hay iguanas mordedoras, cocodrilos increíbles, hormigas furiosas, caballos que viven en las tabernas, sangre, mariposas disecadas, serpientes, camellos de piel erizada, calaveras de paloma, dentaduras de oso, cementerios, vómitos de húsares y de gatos, llagas amargas, mujeres gordas, dalias muertas, miradas de alcohol, canes amenazantes, pájaros cubiertos de ceniza, sangre, filósofos devorados por los chinos, orugas, niños idiotas, golondrinas con muletas, quemaduras, dientes, volcanes, cieno, aguas podridas, enjambres de monedas, niños abandonados, más sangre, lenguas de cobra, un millón de vacas, cuatro millones de patos, cinco millones de cerdos, rosas, borracheras de aceite, sangre, ríos de sangre, trenes de sangre, niños clavados con alfileres, insectos de antenas oxidadas, manzanas heridas, tiburones, gusanos, carbón machacado, elefantes heridos, ataúdes, lamentos, hombres desnudos, gritos, llantos, carnes desgarradas, cadáveres de gaviotas, sesos estrellados, melones de dinamita, excrementos, criaturas en carne viva, árboles asesinados, enjambres de corolas, barcos encallados, muerte, y de nuevo sangre, y más sangre, sapos aplastados, saliva, fachadas de orín, sepulcros, alambradas, manadas de bisontes, niños locos, maricas, domadores, ratas grises... en lo que constituye una desmesurada sucesión de símbolos terroríficos, una atosigante representación de la animalidad que subyace a nuestra aparentemente civilizada existencia, un grito estremecedor que nace, trágico e irracional, de las cloacas de la gran urbe enloquecida, una dramática y angustiosa metáfora de la desquiciada deriva de las sociedades modernas.
Y este deslumbrante y excesivo festín del lenguaje, esta salvaje y desgarrada representación de la ambigüedad del alma humana en nuestros días, he querido complementarla con la versión musical más dulce de la metrópoli americana. De manera que entre los oscuros y aterrados versos de Lorca suenan deliciosas y sosegadas piezas de jazz, con Nueva York como centro, interpretadas por Frank Sinatra, Billie Holiday, Nat King Cole, Lee Wiley, Plas Johnson, Illinois Jacquet, Maxine Sullivan, George Williams, Peggy Lee y Neal Hefti.
Para la sección de vídeos, y aunque hay en internet mucho material directamente relacionado con Poeta en Nueva York que podéis consultar por vuestra cuenta, si estáis interesados, he preferido seguir con la línea discreta y convencionalmente ‘turística’ iniciada hace siete días, ofreciéndoos íntegro un programa de Españoles en el mundo dedicado a Nueva York.
Poeta en Nueva York
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